En mi biblioteca personal, tengo alrededor de dos mil libros. Tenía más pero reconozco que a mi edad no voy a poder leerlos todos y poco a poco voy regalando tomos. Algunos libros son verdaderos tesoros de hombres de gran experiencia y santidad  pero puede ser que contengan ideas que no guardan relación con la sana doctrina. La Biblia es la única en que puedo confiar pues su mensaje nunca cambia. Es el único libro inspirado por Dios.

 

Toda la Escritura es inspirada por Dios.” 2 Timoteo 3:16.

 

Pablo escribió a su hijo en la fe Timoteo destacando que él había sido un muchacho muy favorecido en su niñez, pues “desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras”. No solamente debía tener Timoteo confianza en lo que había escuchado, sino también en que la Escritura que le leyeron era “la Escritura… inspirada por Dios“. Pedro el apóstol dijo que “los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” 2 Pedro 1:21.

 

Siempre citamos las Escrituras para respaldar lo que decimos. La Biblia es la regla con que se mide toda doctrina. Es la palabra final para conocer la voluntad de Dios. Si algo dicho por otro estuviere reñido con lo que la Biblia dice, nos aferramos siempre a las Escrituras. Cuando la gente dice que por portarse bien, se gana el cielo, decimos que la Biblia enseña otra cosa. La Biblia enseña que “por gracia sois salvos por medio de la fe, no por obras, para que nadie se gloríe” Efesios 2:8. Cuando alguien invoca el nombre de algún santo o la virgen, decimos que la Biblia enseña que “hay un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” 1 Timoteo 2:5. Y si alguien comenta que todos los caminos conducen al cielo, citamos la Biblia donde el Señor Jesús mismo dice: “Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” Juan 14:6. Así que, la Biblia tiene que ser aceptada como la palabra final en toda discusión.

 

La Biblia no sólo es un libro, es El Libro. Es ella la que contiene lo que Dios ha dicho. Es el libro para todos los tiempos. Es el libro eterno. Su palabra continuará vigente aún cuando este mundo haya desaparecido. Jesús dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” Mateo 24:35  La manera cómo la Biblia fue redactada es un verdadero milagro: pues poco a poco, siglo tras siglo, un libro tras otro, varios hombres escribieron en épocas disímiles sin tener “interconsultas” entre sí. Contribuyeron a lo que hoy tenemos como la Palabra de Dios, la Santa Biblia. Todos los escritores redactaron sus palabras bajo la inspiración del Espíritu Santo. Timoteo y también nosotros sabemos que “Toda la Escritura es inspirada por Dios” 2 Timoteo 3:16. –daj

 

Lectura Diaria:
2 Samuel 24 [leer]
/Jeremías 8 [leer]
/Efesios 2:11-22 [leer]