“El Señor es bueno” Salmo 101:5

Cometemos con Dios una injusticia cuando suponemos que él llevó a cabo todos sus actos poderosos y se manifestó a sí mismo con poder a aquellos en el tiempo antiguo, pero que no ejecuta maravillas o despliega su omnipotencia con los santos que habitan la tierra en este tiempo. Ayer hacíamos un llamado a revisar nuestras propias vidas. Seguramente podemos descubrir algunas circunstancias e incluso incidentes que nos hacen refrescar nuestra memoria y glorificar a nuestro Dios. ¿No fuiste nunca librado? ¿Nunca cruzaste por ríos sostenido por su divina presencia? ¿Nunca recibiste el perdón y restauración de parte del Señor?

Un creyente había sido afligido en poco tiempo por varias circunstancias, bastante difíciles y una tras otra, él y su familia. Enterarse que habían chocado su vehículo ya fue demasiado para él y en un acto casi irracional empuñó su mano y dijo a Dios: “¿ya terminaste?”… Más tarde reconoció su profunda equivocación y avergonzado confesó al Señor su pecado. Es que es muy fácil olvidar los beneficios de Dios. El hombre es bendecido y se acostumbra a cierto nivel que pronto da por sentado. Luego construye expectativas por sobre este nivel y estas expectativas son cada vez más exigentes, cuando debiera reconocer que cualquier nivel es una concesión de Dios, partiendo por tener vida y pensamiento autónomo.

El Dios que concedió a Salomón el deseo de su corazón ¿Nunca ha escuchado tus requerimientos? Debemos reconocer que el Dios de abundante provisión, de quien David cantaba que “sacia de bien” (Salmo 103:5), muchas veces nos ha llevado por lugares de delicados pastos y junto a aguas de reposo. Ciertamente su bondad es la misma ayer hoy y siempre para con los que le temen. Que podamos vivir con un corazón más agradecido, más humilde, más sencillo. No olvidemos ninguno de sus beneficios, por pequeños que nos parezcan a priori. Son todos una manifestación de su gracia infinita y de su cuidado para con nosotros. Reconozcámosle con gratitud en este día. rc

 

Lectura Diaria:
Rut 3-4 [leer]
/Isaías 43-44:5 [leer]
/2 Corintios 3-4:6 [leer]