Algunos creyentes dicen que no celebran la Navidad. Tienen sus razones y, desde su punto de vista, las comparto plenamente. No se trata de ignorar la venida de Cristo a este mundo, eso sería una cosa muy distinta. Ningún creyente de verdad puede pasar por alto la venida, la manifestación del Salvador, la entrada a este mundo del Hijo de Dios.
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros” Juan 1:14
La venida del Hijo de Dios fue delineada por él mismo al principio de la historia humana (Génesis 3:15), profetas la anunciaron siglos antes (Isaías 7:14, Miqueas 5:2), el cielo la celebró (Lucas 2:13), un arcángel la anunció (Lucas 1:26-33), ángeles la proclamaron (Lucas 2:14), sabios de la antigüedad fueron guiados al lugar de su nacimiento (Mateo 2:1), una estrella fue desplegada de parte de Dios (Mateo 2:2) y el apóstol Pablo señala que es un hecho “indiscutiblemente grande” (1 Timoteo 3:16). ¡Este es un suceso imposible de ignorar! No obstante, ése hecho tan extraordinario no tiene nada que ver con lo que llamamos ‘Navidad’. ¿De qué estamos hablando entonces?
A mediados del siglo IV el ‘Obispo de Jerusalén’ escribió una carta al ‘Obispo de Roma’ requiriéndole una fecha probable para celebrar el nacimiento de Jesús y así poder celebrarlo anualmente. El Obispo de Roma respondió que Cristo había nacido el 25 de Diciembre. Así, al final del siglo IV era de aceptación general que el 25 de Diciembre se celebra el nacimiento de Cristo. Ahora, existe plena certeza de que esta fecha es absolutamente incorrecta. ¿Por qué, entonces, se le ocurrió esa fecha al obispo romano? La conclusión es que quiso contrarrestar el cúmulo de fiestas paganas, festivales y orgías que se concentraban en diciembre en el mundo medieval. Se adornaban las casas, se intercambiaban regalos en honor a los dioses paganos anticipando la primavera y la supremacía del sol que, en pleno invierno boreal, se haría evidente a partir de entonces. La idea del obispo fue santificar las exuberantes y a veces salvajes celebraciones paganas con el Cristianismo, imponiendo esta celebración del nacimiento de Cristo a ella. Pese a ser tal vez una idea bien intencionada, sucedió que el estilo de celebración pagano continuó y la iglesia fue incapaz de imponer su punto de vista. La resultante fue una mezcla extraña y particular entre lo pagano y lo cristiano, y éso es lo que llamamos Navidad en el siglo XXI.
¿Qué celebra usted? ¿La Navidad o la venida del Señor Jesús? Examine sus motivos, su corazón y sus actos. Los creyentes sin excepción celebramos la venida del Hijo de Dios como el Salvador del mundo, pero no sólo en Diciembre sino cada primer día de la semana, con el énfasis puesto donde la Escritura lo pone, en su muerte vicaria en la cruz del Calvario. –rc
Lectura Diaria: | ||
Esdras 6 [leer]
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/Daniel 7 [leer]
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/Apocalipsis 2:18-3:6 [leer]
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