Hemos dicho que la conversión es un cambio total en la dirección de uno en la vida, y que para el cristiano significa un cambio de una orientación que no toma a Dios en cuenta a una en la cual el individuo se somete a Cristo.

“Y gran número creyó y se convirtió al Señor” Hechos 11:21

Se trata de un proceso de renunciamiento a la pasada forma de ver y vivir las cosas y una aceptación o un “volverse” a Dios en la persona del Señor Jesucristo. El texto lo expresa muy bien cuando dice “arrepentimiento para con Dios y… fe en nuestro Señor Jesucristo” (Hechos 20:21).

En el nuevo testamento la conversión se refiere a una decisiva vuelta a Dios donde, por la fe en Cristo, un pecador asegura su entrada real y presente al reino de Dios y recibe el perdón de sus pecados con todas las bendiciones que esto acarrea:

“Para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí [Jesús], perdón de pecados y herencia entre los santificados” (Hechos 26:18; ver también Mateo 18:3, Hechos 3:19).

Esta conversión asegura la salvación que Cristo ha provisto. Es un evento único, biográfico e irrepetible. No es un proceso sino un suceso. También es descrito como el volverse de las tinieblas de la idolatría, el pecado y el dominio de Satanás, a la adoración y servicio del Dios verdadero (Hechos 14:15, 26:18, 1 Tesalonicenses 1:9) y de su Hijo Jesucristo, “pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas” (1 Pedro 2:25). Este cambio de mente y corazón hacia Dios no es un sentimiento ni una experiencia sensorial, sino un acto, una acción con trasfondo espiritual y teológico que parte de la decisión voluntaria de seguir a Cristo. En la fe cristiana se trata de un compromiso a Jesucristo como Señor y Salvador divino, que se manifiesta por una vida transformada (Romanos 6:4).

Esperamos que el lector haya tenido esta experiencia vital en su vida. Si no lo ha hecho le invitamos a reconocerse pecador y a poner su fe en Jesucristo, el salvador del mundo.—rc

(Continúa)

Lectura Diaria:
Levitico 13:24-59 [leer]
/Salmos 118:1-29 [leer]
/Marcos 4:1-20 [leer]