¿Qué entendemos por la gloria de Dios? Vamos a hacer algunas consideraciones y alcances con relación a esto, a la gloria de Dios.

“Vimos su gloria” Juan 1.14

Todo cuanto existe fue creado para la gloria de Dios. El desarrollo de la historia humana es para la gloria de Dios. En el estudio de las dispensaciones vemos que el propósito último de Dios es mostrar o evidenciar su gran y magnífica gloria y la gran incompetencia y ruina del hombre caído. Nuestro Señor Jesús vivió su vida y su ministerio en dependencia del Padre y con el fin de honrarle. Esto es muy evidente en el evangelio de Juan donde las acciones trascendentes de Jesús son relatadas en la perspectiva de la gloria de Dios. Al final de su vida esto se hace explícitamente más evidente. Jesús reenfoca su prioridad determinando que todo debe estar enfocado sobre eso, la gloria de Dios, y que no debe haber ninguna desviación en ningún punto. A eso ha venido, y ese es su objetivo último:

“Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios” Juan 11.4

“¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” Juan 11.40

El compromiso del Señor Jesús con la gloria de su Padre se manifiesta en su vida mayormente en hacer la voluntad de su Padre y no la suya. Esto está estrechamente ligado al hecho de que Jesús es el verbo de Dios (Juan 1.1). Como ya hemos visto en otras ocasiones, la expresión el verbo significa que Jesús es la expresión de la persona de Dios. Es quien ejecuta las obras de Dios, es quien expresa lo que hay en el corazón de Dios, es el que habla lo que Dios quiere comunicar, es quien nos muestra todo acerca de Dios.

Dios hizo todas las cosas por intermedio del Verbo (Juan 1:3), Dios creó el universo por intermedio del Verbo (Hebreos 1:2), Dios amó al mundo, y envió al Verbo (Juan 3:16), Dios juzgará al mundo por el Verbo (Juan 5:22), Dios el Padre se revela en el Verbo (Juan 1:18). En suma, todo lo que conocemos acerca de Dios y todo lo que Dios quiere que conozcamos acerca de Él nos ha sido mostrado y enseñado por su Hijo amado, el Verbo.

Por tanto, el compromiso del Señor Jesús con la gloria de su Padre es inevitable porque él es uno con el Padre y no hay ni puede haber divisibilidad de persona ni de voluntades. Este compromiso es total y le llevará a la cruz, donde Jesús fue glorificado (Juan 7.39). –rc

(Continúa)

 

Lectura Diaria:
Marcos 14:1-26 [leer]
/Numeros 5:1-31 [leer]
/Proverbios 2:1-22 [leer]