La gloria de Dios se puede considerar desde distintas perspectivas. Veamos la primera de ellas.

“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” Romanos 3.23

 

Como atributo, la gloria de Dios expresa en primer lugar el esplendor singular de Dios. Se refiere a su belleza y grandeza majestuosa.  Se refiere a lo sumo de sus perfecciones. Esto es un concepto integral y exhaustivo, que dice relación con todo lo que es Él. Es mucho más de lo que pudiera ser observable con los ojos, y todos recordaremos el despliegue radiante y anonadante que describe Isaías cuando tiene una visión del Señor “sentado sobre un trono alto y sublime” (Isaías 6.1).

Incluye también su esplendor moral, su perfección en cuanto a sus designios siempre puros, santos y perfectos, y sus acciones que son de la misma condición. A esto se refiere el apóstol Pablo cuando escribe que los hombres todos hemos pecado y estamos muy por detrás (hystereō) de la gloria de Dios. El concepto implica el haber quedado corto en cuanto a todas las dimensiones de las cualidades morales divinas. El pecado ha hecho que no estemos en condiciones de aproximarnos a Dios.

Este atributo multidimensional es exclusivo suyo y ningún otro puede tenerlo: “a otro no daré mi gloria” (Isaías 42:8). De una manera visible e indirecta, la creación proclama estas perfecciones como un pálido reflejo de la gloria de su creador: “Los cielos cuentan la gloria de Dios” (Salmo 19.1, Salmo 104), y este esplendor es también revelado por sus actos  majestuosos de salvación y redención: “Grande es su gloria en tu salvación” (Salmo 21.5). Al decir esto, David está hablando del Rey cuyo dominio es “eternamente y para siempre” (Salmo 21.4) y está reconociendo que el hecho de que Dios salve es una muestra de su excelencia moral –inalcanzable para cualquiera de nosotros– y al mismo tiempo de su profundo amor y gracia, que hace posible el que usted y yo podamos ser salvos por creer en su Hijo Jesucristo. ¿Puede usted reconocer de corazón también que la gloria del Hijo es grande en la salvación? –rc

(Continúa)

Lectura Diaria:
Números 7:1-89 [leer]
/Proverbios 4:1-27 [leer]
/Marcos 15:1-23 [leer]