Hay preocupación en los noticiarios acerca de los vaivenes de los indicadores bursátiles, el precio del cobre, el oro, o el dólar. Hay mucho énfasis sobre las ganancias y como evitar las pérdidas. La Biblia habla de una GRAN GANANCIA que no tiene nada que ver con dinero.

 

 

“Gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento” 1 Timoteo 6:6.

 

Estar agradecido no es una reacción instintiva en el ser humano al recibir un favor. Los que trabajan con niños en la Escuela Dominical saben cuántos veces ha sido necesario pedir un simple “gracias” por un favor otorgado. Alguien dijo que esto es el producto de ser pesimista o negativo. Muchos se fijan en el vaso medio vacío en vez de ver que está medio lleno. Señora Ella Spees era misionera entre los pigmeos en el Congo en África. Escribió el libro “Calma mi Corazón Preocupado”.  Escribió acerca de su afán de siempre estar contenta. Su secreto estaba en la práctica de poner las circunstancias de la vida en las manos de su Señor y Salvador. Sra. Spees anotó cinco puntos en su receta para estar contenta y agradecida. 1. Nunca permitirse quejarse por algo, ni aún la condición del tiempo. 2. Nunca imaginarse en otras circunstancias o en otro lugar. 3. Nunca comparar la situación suya con la de otros. 4. Nunca permitirse el deseo de haber sido otra persona que ella era. 5. Nunca preocuparse del día de mañana, pues ella pertenece a Dios y no a nosotros.

 

Suponemos que doña Ella Spees vivía según su propia receta y los que le conocieron hablan bien de su forma de ser. Estaba agradecida constantemente y dijo una vez que sabía sufrir escasez en sus labores para el Señor, pero como dijera Pablo el apóstol, “he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación” Filipenses 4:11. La alegría viene por las circunstancias halagüeñas; pero hay que escoger el contentamiento.

 

La vida es difícil y algunos tienen que enfrentar un futuro con nubarrones. Una enfermedad repentina, el robo de los documentos, un despido inesperado del trabajo u otras crisis que tocan a la humanidad experimentar. Siempre la muerte de un ser querido trae pena. Es precisamente en estos momentos que la fe echa mano a las promesas eternas de Dios como “el eterno Dios es tu refugio, Y acá abajo los brazos eternos” Deuteronomio 33:27. Es fácil deprimirse, pero cuando nos encomendamos en las manos competentes de nuestro Dios amante, nos da la fuerza para vivir contentos. “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos” Colosenses 3:15. ¡Qué linda manera de vivir!  Cuando Pablo instruyó a Timoteo a enseñar las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, indicaba el camino preferido para vivir como a Dios le agrada. Mencionó a hombres que fomentaban disputas necias, hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que buscan ganancia en cosas materiales. “Apártate de los tales” fue la exhortación, pues “gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento.” La piedad es la práctica de la reverencia hacia Dios sometiendo nuestra vida a la voluntad de Él. –daj

 

Lectura Diaria:
Exodo 22:1-23:9 [leer]
/Salmos 64:1-65:13 [leer]
/Hechos 12:1-25 [leer]