Jesús hizo una pregunta a sus discípulos. Es anotada en el texto de la meditación. Sería interesante hacer una encuesta a fin de saber cómo los lectores de esta meditación respondería a la pregunta hecha por el Señor Jesús. La respuesta es importante y crucial pues al no acertar correctamente quién es Jesús, podría conducir al individuo a perderse eternamente.

 

Jesús dijo: “¿Y vosotros, quién decís que soy?” Lucas 9:20.

 

El Señor Jesús tuvo interés en saber qué pensaba la gente acerca de quién era él. Los discípulos le respondieron dando una lista de cuatro personajes. Jesús siguió preguntando: “y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” Mateo 16:15. Pedro tuvo la respuesta exacta, “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” v.16. Sobre esta gran verdad, cual roca inamovible, Jesús iba a edificar su Iglesia. Es por eso que nosotros predicamos a Cristo crucificado, sepultado, resucitado, ascendido y glorificado. Lo que uno cree es la fuerza motriz de su vida. Jesús mismo dijo: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” Juan 5:39.

 

Creemos tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento contenidos en una sola Biblia. Es la Palabra inspirada por Dios. Usando alrededor de cuarenta escritores en diferentes épocas de la historia del mundo, Dios dejó una revelación acerca de si mismo, y lo que ha sido su plan para rescatar a la humanidad perdida en su pecado. La Biblia revela la voluntad de Dios para la salvación del ser humano a través del Señor Jesús. La Biblia es la autoridad suprema y final a la cual nos sometemos en materia de la verdad que creemos, la moralidad que practicamos, y la fuente que alimenta nuestra esperanza en cuanto al futuro. Timoteo conoció las Escrituras desde su niñez. Ellas hacen a uno “sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” 2 Timoteo 3:15.

 

Creemos que hay un solo Dios, creador y sustentador de todas la cosas, y que existe eternamente en tres personas; Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Los tres son iguales en su perfección divina y cada uno ejecuta su labor en forma distinta y armoniosa, labor que se desarrolla en la creación que nos rodea, en la redención de los seres humanos, y la sustentación de vida en el mundo. Dios es espíritu y siempre ha existido. Su existencia no ha sido derivada de ninguna fuente ajena a sí mismo. Es suya propia contenida en sí mismo. Dios existe en el tiempo y en el espacio y sus perfecciones son infinitas. Se ha dado a conocer como santo, justo, sabio, lleno de gracia, misericordioso, amoroso, poderoso, verdadero, generoso, y mucho más. “Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios” Salmo 90:2. Todo esto tiene un lado práctico; “como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir” 1 Pedro 1:15. Es importantísimo creer la verdad. La Biblia la tiene. –daj

 

Lectura Diaria:
1 Reyes 20 [leer]
/Jeremías 32:1-25 [leer]
/Hebreos 3 [leer]