Cualquier moneda es valiosa. Dios usa la figura de ella para enseñarnos que el pecador cual moneda perdida es buscada.

 

“Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido” Lucas 15:9

En la parábola de Lucas 15 contada por el Señor Jesús, destacó la condición de cuatro cosas perdidas. Habló de una oveja perdida, una moneda perdida, y dos hijos perdidos. En tres de los casos, hubo gozo por recuperar las cosas perdidas. En el cuarto, el deseo de recuperarlo estuvo presente, pero el individuo no quiso. En el caso de la moneda, se destaca el afán de la mujer por hallarla. Cada cosa perdida tiene su valor en manos de su dueño. El punto principal es para enseñar cuánto nuestro Dios desea que los perdidos sean hallados y entren en el gozo que reina en el cielo cuando un pecador se arrepiente. “Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente” (Lucas 15:10). ¿Ha habido alguna vez gozo en el cielo por causa suya? ¿Se ha arrepentido de su pecado y creído en Cristo Jesús como su Salvador?

Jesús habló de la reacción entendible de la mujer que perdió una de las diez dracmas que eran suyas. La moneda sola tenía valor y esto bastaba para que la buscara. Hoy la dracma es la moneda usada en Grecia. En los tiempos de Jesús, eran monedas famosas por su belleza y su diseño. Jesús no dijo si era de una colección, o formaba parte de un collar, o si su uso era como el dinero común. Lo importante del relato es que ¡se perdió una moneda! Tomando una lámpara y una escoba, la mujer buscó “con diligencia hasta encontrarla” Lucas 15:8. Usó una lámpara porque la moneda estaba en la oscuridad. Usó la escoba porque estaba caída en el suelo y era necesaria remover la suciedad para recuperarla. La moneda representa a todo ser humano en su condición de pecador, perdido delante de Dios. La mujer que busca la moneda dentro de la casa representa al Espíritu Santo y la obra que Él hace en el corazón del pecador. Para “ubicar” al pecador en su necesidad, el Espíritu Santo usa la verdad del evangelio como una luz para descubrir al pecador su condición. La escoba es usada como Dios usa la predicación del evangelio para barrer con ideas equivocadas referentes a la salvación. Las tres Personas de la Trinidad están involucradas en la búsqueda del pecador para que sea “hallado”. La mujer nos hace ver como obra el Espíritu Santo. Ella estaba  dentro de la casa y el Espíritu trabaja en el corazón del ser humano. Cuando ella halló la moneda caída, en tinieblas y en la suciedad, la levantó de donde estaba. Es un lindo ejemplo de lo que pasa cuando una persona se siente compungida en su corazón por su condición de pecador perdido y al creer en Cristo, el Espíritu Santo hace su obra de levantarle, dándole vida nueva.

El evangelio sirve como una luz que revela la condición del pecador. La luz entra en el corazón y deja en claro que Dios tiene razón al declarar ser humano “condenado” a causa de su pecado. El mismo evangelio también revela al pecador que Dios ha hecho una provisión completa para librarle de la condición en que está. Lo hace a través de Cristo Jesús. Para disfrutar de la paz con Dios, es necesario creer en Cristo el Salvador. El resultado se entiende por las palabras de Romanos 8:1-2, “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús,… Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”. Como la mujer usó la lámpara para buscar la moneda perdida, Dios usa el evangelio para iluminar al pecador hoy en día. También utiliza la predicación del evangelio para despejar las ideas equivocadas, ideas como “si me porto bien, Dios me bendecirá”. Otras ideas erróneas presentan a María como una figura de veneración para acercarse a Dios. Hay miles de ideas falsas. Nos quedamos con lo que dijo Pablo: “os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado,…  que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;  y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras” (1 Corintios 15:1, 3-4). Cuando uno cree esto, el Espíritu Santo hace su obra con el pecador, levantándole desde donde está. La recuperación de la valiosa moneda fue causa de gozo, igual que se siente cuando un pecador es salvado. –DAJ

 

Lectura Diaria:
Jueces 19 [leer]
/Isaías 37:8-38 [leer]
/1 Corintios 15:1-34 [leer]