Lea de cuatro pequeños pero sabios animales y la lección que nos enseñan.
“Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra, Y las mismas son más sabias que los sabios: las hormigas,… los conejos,… las langostas,… la araña.” Proverbios 20:24-28.

Salomón es destacado en la Biblia como el hombre que pidió sabiduría a Dios cuando pudo haber pedido cualquier otra cosa al comienzo de su reinado como rey de Israel. Vertió en el libro de los Proverbios sus sabios pensamientos que han servido a muchos. Mencionó cuatro animales pequeños que a pesar de su pequeñez, enseñan grandes lecciones.

La hormiga está consciente del futuro y prepara con anticipación para ello. Sabe que se acercan los días gélidos del invierno y no quiere estar desprevenida. ¿Tenemos igual sabiduría? ¿Hemos considerado el futuro y acaso hemos preparados para enfrentarlo? El Señor Jesucristo advirtió que “por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” Mateo 24:12. Ningún hijo de Dios quiere ver su corazón de amor para con su Salvador enfriarse. Los vientos de la incredulidad y de la apatía soplan cada vez más fuerte y necesitamos prepararnos para no enfriarnos. La solución es dedicarnos a recoger las verdades de la Palabra de Dios leyendo y aplicando sus principios a nuestra vida. Como la hormiga que se dedica a juntar su comida en el verano (v.25), debemos dedicarnos a prepararnos para el futuro.

“Los conejos, pueblo nada esforzado, y ponen su casa en la piedra” Proverbios 30:26. El conejo sabe donde puede estar seguro de los enemigos que le acechan. Fuera de su guarida en la roca, fácilmente cae preso y pierde su vida. El conejo enseña que su seguridad está fuera de sí. No tiene gran físico para defenderse y tiene que depender de la roca, la provisión de Dios el Creador. David el gran rey tiene que haberse sentido como un conejo indefenso cuando huía de Saúl que comandaba un ejército en su contra. David compuso un cántico “el día que Jehová le había librado de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl. Dijo: Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador” 2 Samuel 22:1-2. ¿Se ha refugiado en Aquel que es la Roca de Seguridad? ¿Confía Ud. cuál débil en la fuerza salvadora de Jesucristo? –daj

Lectura Diaria:
2 Samuel 10-11 [leer]
/Habacuc 2 [leer]
/Romanos 15:14-33 [leer]