En la vida de todos llegan momentos en que nos parece que estamos en medio de una tempestad. Jesús los anticipó: “en el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. Lea de cómo él quiere darnos paz.
“Cambia la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas.” Salmo 107:29.

Contemplar el mar en calma puede resultar tranquilizante para el ser humano en su interior. Sin embargo, aquel mismo mar tranquilo puede, dentro de poco tiempo, convertirse en una turbulencia de enormes y amenazantes olas que causan terror al corazón del que viaja por mar y a algunos que están en tierra.

La tempestad en el mar es una ilustración de las turbulencias que vivimos en esta vida. Nuestras circunstancias se cambian de un momento a otro, de la calma a lo que nos llena de temor y preocupación. Nos sorprende el cambio repentino, pero así ocurre a veces. Nadie está exceptuado de las tempestades que sobrevienen a la vida. También hay turbulencias que afectan al creyente, el hijo de Dios. Para el cristiano, las turbulencias de la vida no son meramente fortuitas. Son permitidas por el Señor. Termina el Salmo 107 enumerando las cosas que Dios hace y luego nos invita a considerar todo como muestras de “las misericordias de Jehová”. “Véanlo los rectos, y alégrense, Y todos los malos cierren su boca. ¿Quién es sabio y guardará estas cosas, y entenderá las misericordias de Jehová?” vv.44-43. El salmista halla gran consuelo en la confianza que tiene de que detrás de la tempestad, hay un Dios de misericordia.

En el mismo salmo dice acerca de los marineros que “Ellos han visto las obras de Jehová, y sus maravillas en las profundidades. Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso, que encrespa sus ondas” vv.24-25. Dios no solamente manda la tempestad sino también produce la calma, “Cambia la tempestad en sosiego, y se apaciguan sus ondas” (v. 29). Tenemos el ejemplo de Jonás, quien por su desobediencia y su intento de alejarse de Dios, se encontró en medio de una tempestad enviada por Jehová. Después Jehová envió la calma y en medio de ella, Jonás fue restaurado para un servicio importante. Como dice el himno: // De maneras misteriosas suele Dios aun obrar, // Y así sus maravillas por los suyos efectuar. // El cabalga sobre nubes y los vientos y tempestad // Son sus siervos enviados para hacer su voluntad. // (Himnos y Cánticos del Evangelio No.463). Si está usted pasando por un tiempo de calma o si está en medio de una tempestad, sepa que Dios está en control y permite todo para su bien. –Revista Counsel/Tr. MR y DAJ

Lectura Diaria:
1 Samuel 30:1-31:13 [leer]
/Miqueas 1:1-2:13 [leer]
/Romanos 9:1-29 [leer]