El capítulo 1 de la carta a los Efesios es interesante. Se mencionan las tres Personas de la Trinidad y su actividad especial a favor del que cree en Cristo, Lea de este interesante aspecto.
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo… para alabanza de la gloria de su gracia,… a fin de que seamos para alabanza de su gloria,… hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.” Efesios 1:3, 6, 12, 14.

Una doctrina fundamental de la fe cristiana es que hay un solo Dios que subsiste simultáneamente como tres personas distintas. Por ende, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo son tres personas o personalidades que son distintas, pero solo hay un Dios. La doctrina de la Trinidad es afirmada en las Santas Escrituras. En la epístola a los Efesios capítulo 1 se nombran las tres y sus sendas actividades. El Padre es mencionado en los versos 3-6 como Aquel que “nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo,… en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos…” vv.3-5.

El Hijo es mencionado en los versos 7-12. Es llamado el Amado y en Él “tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” v.7. En Cristo todas las cosas tendrán su cumplimiento “así las que están en los cielos, como las que están en la tierra” v.10. ¡Cuán importante es tenerle como Señor y Salvador ahora! Es la única manera de ser hecho participante del designio de su voluntad (v.11). Toda bendición divina viene por medio del Señor Jesucristo. Uno se salva cuando confía en Él como el Salvador resucitado y glorificado. El Espíritu Santo como Persona también está activo. Desde el momento de confiar en Cristo, Él entra en acción en el creyente. “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa” v.13. Aunque el sello sea invisible a nuestros ojos, cada cristiano verdadero es marcado con el sello del Espíritu Santo quien establece su residencia en nuestro ser al momento de aceptar a Cristo como Señor y Salvador.

Cada sección que realza a las Personas de la Trinidad en Efesios capítulo 1 termina destacando que Dios debe recibir alabanza por lo que hace. Es Dios Padre que planificó todo, y es el Hijo de Dios que proveyó la salvación por su obra en la cruz. Es el Espíritu Santo que protege a los hijos de Dios “hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria” v.14. No solamente con la boca se alaba, sino también con la vida en que se ve la actividad del Trino Dios. –daj

Lectura Diaria:
Deuteronomio 30-31:13[leer]
/Amós 9 [leer]
/Lucas 16 [leer]