No podemos hacer menos que comentar el milagroso rescate de los mineros en nuestro querido Chile. La camiseta con que subieron tenía un texto bíblico en la espalda y un “Gracias, Señor” en el pecho. Lea como los mineros recibieron la camiseta
“Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas.” Salmo 95:4.

Dicen que el rescate de los 33 mineros de la mina San José en el desierto de Atacama en Chile consiguió la más alta sintonía de televidentes jamás tabulado en todo el mundo. Durante los meses y los años por venir, seguramente seremos informados de cómo el grupo sobrevivió en condiciones inhumanas y sin casi nada para comer por dos semanas. ¿Por qué se ha preocupado todo el mundo con tanta intensidad por saber de estos mineros? ¿Será porque la vida del ser humano es lo que tiene más valor sobre cualquier otra cosa? Cada individuo es precioso y amado, un reflejo de la actitud de Dios para con sus criaturas. El evangelio de Lucas 15 cuenta de un pastor de ovejas que dejó 99 en el corral para ir en busca de una sola oveja que tomó su propio rumbo y estuvo perdida.

Cuando los mineros salían uno por uno de la cápsula recibiendo los aplausos, besos, y abrazos, millones lloraron de pura alegría. Sobre sus trajes verdes, tenían puesta una camiseta color beige. Las autoridades explicaron que el overol verde fue diseñado especialmente para absorber el sudor al ascender del interior de la mina. Sin embargo, la camiseta tenía algo especial anotado en la manga; hubo un logo que identificaba el Proyecto de la película “Jesús”. Este es un video traducido a más de mil idiomas. Relata la historia de Jesús y su muerte en la cruz. Destaca también la resurrección de Él. ¿Cómo llegaron los mineros a poner esta camiseta sobre su overol? Comenzó cuando recién descubrieron que los mineros estaban vivos, Cristián Maureira, director de la Cruzada de Campus para Cristo consiguió con la familia del minero José Henriquez enviara un .MP3 con el audio de la película Jesús y otro .MP3 con la Biblia en español. De vuelta, José mandó una nota a su familia, la cual entregaron al Sr. Maureira y llegó a manos de la CNN. Los sentimientos expresados fueron elocuentes. “Muchas gracias por esta bendición para mí y mis compañeros. Es provechoso para nuestra edificación espiritual. Yo estoy bien porque Cristo vive en mí. Nosotros celebramos servicios de oración al medio día y a las 6 de la tarde”. Con la despedida de la carta, agregó “Salmo 95:4”, el cual dice textualmente “Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas”.

Pocos días después, Maureira recibió una petición para enviar camisetas y la Cruzada Campus para Cristo sucursal Chile se las regaló a todos los mineros. En el pecho dice, “Gracias, Señor” y en la espalda, “Salmo 95:4”. Al salir José Henriquez de la cápsula, se puso de rodillas con la Biblia en sus manos y agradeció a Dios frente a todos, diciendo “gracias, Señor”. Su gesto de devoción fue altamente motivante y seguramente millones de creyentes en Cristo dijeron “Amén”. Hubo un gozo masivo que se sintió en el mundo entero por el feliz desenlace de los mineros librados de su prisión subterránea. Algunos lo llamaron un nuevo amanecer, y por cierto, lo es. El gobierno de Chile dice que costó veinte millones de dólares para rescatar a los 33. Por cierto, es un alto precio, pero el hombre está hecho a la imagen de Dios y es valioso. Nos conduce a pensar en otro rescate, hecho posible por Dios mismo al enviar a su Hijo para ser nuestro Redentor, el cual quiere rescatarnos de nuestra “vana manera de vivir” 1 Pedro 1:18. Costó a Jesús su vida para hacer posible que recibiéramos vida nueva. Deseamos que los mineros disfruten de su “nueva vida”, pero algún día, tendrá que terminar. La nueva vida en Cristo nunca termina, es vida eterna. Desde aquel lugar en el desierto de Atacama donde estuvo el Campamento Esperanza, recibimos buenas noticias. La vida del ser humano es preciosa y por esto Dios no solamente quiso mantener a los mineros con vida, sino darles también la oportunidad de recibir nueva vida en Cristo recibido por medio de la fe. Esta vida le hace a uno capaz de vivir para siempre. Así sea. –daj

Lectura Diaria:
2 Reyes 18 [leer]
/Jeremias 51:25-64 [leer]
/1 Timoteo 2 [leer]