En el mundo abundan los opinólogos, pero escasean los consoladores. Muchos ofrecen su opinión franca sin tomar en cuenta la sensibilidad de otros que necesitan una palabra de consuelo. ¿Cuál era la virtud que poseía Bernabé que llevó a sus conocidos a apodarle “hijo de consolación?

 

“… José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre.” Hechos 4:36

 

La historia de José, apodado Bernabé ha dejado una huella marcada en el libro de los Hechos. Se destaca José por su generosidad. Su forma de ser llevó a los apóstoles a darle el sobrenombre Bernabé que significa ‘hijo de consolación’. Bernabé dio muchas muestras de que merecía el nombre. No fue pesimista, sino optimista, esperando que Dios hiciera su obra de salvar a las almas a través del evangelio.

 

La primera mención de Bernabé sale en los Hechos 4. Al ver que la obra avanzaba en Jerusalén, “como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles” Hechos 4:37. Seguramente el dinero sería usado para el sostén de los obreros y para ayudar a los necesitados. Bernabé es un contraste con Ananías, quien “vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles” Hechos 5:2. Por su falta de integridad, Ananías perdió su vida. Bernabé hizo todo lo contrario y contribuyó al avance de la obra de Dios.

 

Cuando Pablo el apóstol llegó a Jerusalén, “trataba de juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, no creyendo que fuese discípulo. Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús.” Hechos 9:20-27. Los que saben consolar buscan el bienestar de otros y comprometen su propia reputación al apoyarles. Bernabé fue el enviado para verificar las noticias en el sentido de que los gentiles se convertían en Antioquía. “Éste, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor” Hechos 11:23. La clave está en el verso 24 “Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe”. El mismo capítulo sigue relatando como Bernabé buscó a Pablo para ayudar en la enseñanza de los creyentes en Antioquía, ciudad desde la cual los dos fueron enviados como misioneros. Las iglesias necesitan más consoladores y no críticos. ¿Está dispuesto a ser un “hijo de consolación” como lo fue Bernabé? –daj

Lectura Diaria:
Josué 14-15 [leer]
/Isaías 10:5-34 [leer]
/1 Tesalonicenses 1-2:12[leer]