Usando un bosquejo con cinco palabras empezado con la letra D, aprenda lo que Cristo hace en la vida de cada oveja suya. DESCUBRIMIENTO – DISPOSICIÓN – DESARROLLO – DESCANSO
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.” Juan 10:27.

Es reconfortante considerar al Señor Jesús como el Buen Pastor. Los que le conocemos como tal nos deleitamos en todas las bendiciones recibidas a través de Él. La experiencia de cada “oveja” que ha respondido a la voz del Buen Pastor comenzó con el DESCUBRIMIENTO de quién era Jesús, el enviado del Padre. Juan el apóstol escribió, “a éste abre el portero” Juan 10:3. El portero que anunciaba la llegada de Cristo fue Juan Bautista. Anticipadamente hablaba de una persona que iba a venir y cuando Jesús llegó, Juan anunció, “he aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Los que escuchaban a Juan descubrieron quien era Jesús. Así ocurre con los seres humanos cuando Jesús es presentado en el evangelio. Después de descubrir quién es Jesús viene el DEBER de poner atención y escuchar su voz. “A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz” Juan 10:3. El Señor Jesús no es presentado solamente como un objeto para ser admirado, sino un Pastor que llama a sus ovejas. El deber de cada oveja es poner oído a lo que dice el Pastor. En más de una ocasión, Jesús dijo, “El que tiene oídos para oír, oiga”.

Una vez descubierto quien es el Buen Pastor y reconocido el deber de poner atención a su voz, debe haber una DISPOSICIÓN para responder con obediencia. Muchos han detectado la voz del Salvador y le han dado la espalda. Otros han respondido. Mateo por ejemplo fue llamado a seguir a Jesús. Lo hizo. Zaqueo fue instruido a bajarse del árbol. Recibió a Jesús en su casa. Ellos, como miles de otros han tenido la disposición de responder a Jesús. ¿Lo ha hecho Ud.?

Los que aceptan a Jesús como el Buen Pastor están conscientes de que Él les quiere guiar en el camino de justicia. Al dejarse guiar por el Buen Pastor, experimentan un DESARROLLO en su vida y comienzan a parecerse a Cristo. Esto es lo que pasó a los salvados en Antioquía pues “a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía” Hechos 11:26. Jesús como Buen Pastor dijo: “yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre” Juan 10:28-29, ¡Qué doble seguridad! En la mano del Hijo y en la mano del Padre están seguras. Esto significa DESCANSO que ha de perdurar durante toda la eternidad. ¿Puede Ud. decir, “Jehová es mi Pastor, nada me faltará”? –daj

Lectura Diaria:
1 Samuel 4-5 [leer]
/Isaías 47 [leer]
/2 Corintios 8 [leer]