¿Dónde ha espigado hoy? Yo recibía esta pregunta cuando era joven cristiano. No era agricultor y supe que no tenía nada que ver con recoger el trigo o la cebada en el campo. Fue una buena pregunta para saber si me había alimentado de la Palabra de Dios.

 

Y le dijo su suegra: ¿Dónde has espigado hoy? … Y contó ella a su suegra con quién había trabajado.” Rut 2:19.

 

Siendo creyente joven, de vez en cuando yo recibía la pregunta “¿Y dónde has espigado hoy?” La expresión tuvo su base en la pregunta hecha por Noemí a su nuera Rut cuando ésta volvió a casa el primer día que había salido a espigar en el campo. Ya que eran pobres, Rut aprovechó una ley en aquél entonces que requería a los dueños de los predios dejar algo para los pobres. “Cuando siegues la mies de tu tierra, no segarás hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu tierra segada. Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; PARA EL POBRE Y PARA EL EXTRANJERO LO DEJARÁS. Yo Jehová vuestro Dios” Levítico 19:9-10. Rut había espigado en el campo de Booz.

 

En los años pasados, cuando nosotros los jóvenes recibíamos la pregunta acerca de dónde nos habían espigado, no fue porque hubiéramos salido al campo para buscar granos.  Antes bien, fue hecha para saber dónde en la Biblia habíamos leído. Los mayores nos animaban para que “espigáramos” en las Escrituras diariamente a fin de sacar provecho de ellas. Es un término de la agricultura y en forma figurada significa rastrojear o recoger pensamientos bíblicos que contribuyen a nuestro crecimiento espiritual. A veces teníamos vergüenza ante la pregunta porque no habíamos leído la Biblia. Pero la pregunta nos animó a tomar tiempo para leer.

 

La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” Hebreos 4:12. Con la nueva afluencia en algunos países, hay muchas diversiones y algunos dedican tres o cuatro horas para entretenerse. Pero ¿tomar veinte minutos para leer la Biblia? Se excusan con el refrán, “no tengo tiempo”. Se requiere un compromiso para que Dios nos hable a través de su Palabra. Es un compromiso para leer la Biblia diariamente. Lamentaciones 3:23 dice que las misericordias de Dios “son nuevas cada mañana.” Si no fuera por la fidelidad de Dios, seríamos consumidos. Son las misericordias de Dios que nos permiten vivir protegidos. Por eso debemos leer la Biblia para fortalecernos a fin de vivir victoriosos en la vida. –daj

 

Lectura Diaria:
Josué 13 [leer]
/Isaías 9:8-10:4 [leer]
/Lucas 24:36-53 [leer]