Usando lenguaje fácil de entender, Jesús llama a sus discípulos a ser pescadores de hombres y alumbrar como luz en el mundo. También como la sal. Los nombres indican lo que el Señor esperaba que fuesen su actividad en su servicio.

“Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.” Mateo 4:19.

“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.” Mateo 5:14.

El Señor Jesús se digna usar el instrumento humano para difundir su mensaje de amor y salvación. Cuando un pecador reconoce su necesidad de perdón y acepta a Cristo como Salvador, está comprometido a contar a otros de la bendición recibida. Desde el primer momento de recibir la vida eterna nace un deseo en el corazón para que otros disfruten de lo mismo. Cuando Jesús andaba junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos pescadores, Simón Pedro, y Andrés. Ellos echaban la red en el mar y les dijo: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” Mateo 4:19. Ellos conocían a Jesús desde antes cuando Juan Bautista anunciaba a Cristo como el Cordero de Dios. Andrés siguió a Jesús, convencido de que fuera el Mesías, y se contactó con su hermano Simón al día siguiente. Le trajo para conocer a Jesús. Los dos volvieron a su oficio de pescadores. Pero cuando Jesús les llamó, “dejando al instante las redes, le siguieron” v.20.

Prontamente Jesús vio a otros dos hermanos, Jacobo y Juan, en la barca con Zebedeo su padre. También los llamó. Zebedeo no puso objeción pues “dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron” v.22. Los cuatro acompañaban a Jesús mientras recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas, “predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo” v.23.

Por medio de esta llamada, Jesús involucró a estos discípulos en su gran misión de dar a conocer el amor de Dios para con la humanidad. Tiene que haber sido una gran experiencia de aprendizaje para estos antiguos pescadores, al enterarse de la doctrina y al ver a Jesús actuar. Los seguidores de Cristo están en el mundo para afectar a otros. Jesús dijo: “vosotros sois la sal de la tierra” y también “vosotros sois la luz del mundo” Mateo 5:13-14. Como luz deben alumbrar a todos los hombres, “para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” v.15. Si Ud. ha sido salvado por Cristo, también ha sido llamado a testificar de Él. ¿Acaso su vida como sal demuestra cuán gustosa es la vida cristiana y acaso su luz está alumbrando para que el Padre sea glorificado? –daj

Lectura Diaria:
2 Cronicas 32 [leer]
/Ezequiel 48 [leer]
/1 Juan 2:12-29 [leer]