Yo no entiendo como algunos cristianos puedan estar presentes en una reunión sin abrir su boca para cantar mientras los demás de la congregación cantan con fervor. Quisiera que tomen en cuenta el texto de hoy que enseña que cantar es una ofrenda a Dios.

 

Ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él (Jesucristo), sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.” Hebreos 13:15.

 

Varios años atrás cuando mi suegra vivía en un Hogar de Descanso, mi esposa Evelyn la visitaba. A veces iba a una pieza amplia donde los residentes pasaban sentados y ella les tocaba el piano. Cuando los residentes escuchaban las antiguas melodías de la fe cristiana, la transformación era notable. Aunque trataban de cantar con voces gastadas, de todas maneras la memoria traía la letra de los himnos cantados antaño y sentían placer. “Oh, que Amigo nos es Cristo” y “En el Monte Calvario,” eran dos favoritos además de otros.

 

Dios quiere escucharnos entonar los himnos de alabanza, pues los himnos cumplen una función importante en la vida de los hijos de Dios. Pablo el apóstol instruyó a los Colosenses a que debían tener la palabra de Cristo morando en abundancia en ellos, “enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” Colosenses 3:16. Antaño, el libro de los salmos servía al pueblo judío para expresar su gratitud, su adoración, aun sus preguntas a Dios mientras le reconocían su grandeza. Hoy, hay diferentes himnarios que el pueblo de Dios usa y en cada reunión de una iglesia local el pueblo dedica tiempo para cantar alabanza a Dios su Salvador.

 

Los himnos sirven diferentes funciones. En su día Moisés ordenó escribir un cántico para ser enseñado “a los hijos de Israel; (y) ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel” Deuteronomio 31:19.  Su función particular sería recordar a las generaciones venideras los principios históricos del pasado, “y cuando les vinieren muchos males y angustias, entonces este cántico responderá en su cara como testigo, pues será recordado por la boca de sus descendientes” v.21.

 

La letra de un himno junto a su melodía queda grabada en la memoria y como en el hogar de los ancianos, trae placer cuando lo escuchamos. Los himnos contienen temas doctrinales y la habilidad poética del autor que los escribió sirve como una expresión de gratitud para quienes no tenemos esta misma facilidad para expresarnos. Los himnos se anidan en la memoria con facilidad. Al cantar un himno, permita que el corazón saboree el pensamiento expresado, como por ejemplo el himno que dice.

 

En tu palabra, oh Padre Dios,

¡Qué bella luz se ve!

Bendita, celestial porción,

Gozada por la fe.

 

Cantar es una ofrenda a Dios como dice el texto de cabecera: “Ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él (Jesucristo), sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.” Hebreos 13:15. –daj

Lectura Diaria:
Números 23:27-24:25[leer]
/Proverbios 21:12-22:16[leer]
/Lucas 1:1:25 [leer]