“Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido” Hebreos 11:!3

Hay algo interesante en esto de la fe, en Hebreos 11. El autor parte definiéndola como la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. El punto a destacar aquí, y que no debemos pasar por alto, es el hecho de que a poco andar nos damos cuenta de que los personajes mencionados desde los versículos 4 al 12 no estaban esperando recibir algo en esta tierra. Ninguno de ellos esperó que las promesas recibidas se materializaran en esta vida. ¡Qué gran descubrimiento! Ellos tenían certeza de lo que esperaban, estaban convencidos de lo que no podían ver… y “murieron sin haber recibido lo prometido” (Hebreos 11:13).

Es más, según el encabezado del versículo 13, esto ocurrió “conforme a la fe”. Es decir, esto era plenamente esperable, pues en los códigos de la fe, no debían esperar recibir lo que se les había prometido. Debían creerlo (v. 13), pero no esperar recibirlo es esta vida pues “conforme a la fe”, en las cosas espirituales, lo prometido no se recibe en esta vida. Se espera, se reconoce, se mira de lejos, se saluda, y se asume que no es para el tiempo presente (v. 13). Así es con la fe, así funciona la fe, esto es parte de las características de la fe, así es con la fe. Muchos cristianos hoy quieren y pretenden recibir todas las bendiciones por haber creído en Cristo, hoy, y todas las bendiciones que pueden asociarse con la vida cristiana, ahora, en esta vida. Despertemos, hermanos: si somos creyentes “por fe andamos” (2 Corintios 5:7) y debemos esperar partir sin haber recibido lo prometido. ¿Hay decepción en alguno que quisiera ganar alguna ventaja en esta tierra?. Leemos que Abel, Enoc, Noé, Abraham, Sara, anhelaban cosas superiores, cosas espirituales. Si bien es cierto a Abraham se le prometió tierra en este mundo, él esperaba más bien una propiedad en el más allá. Él –junto con los demás-  ansiaba “una patria mejor, esto es celestial” ¿El resultado? “Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos” (Hebreos 11:16).

¿Qué de los creyentes en Cristo de esta época? ¿Esperamos bendiciones para esta tierra? Hebreos 11 nos enseña que de acuerdo a los principios de la fe en esta vida no hemos de recibir lo prometido. Ese será siempre un enfoque equivocado. Nuestras bendiciones son eternas, partiendo por la vida eterna, la salvación, la comunión con el Dios eterno y con su Hijo Jesucristo. “Conforme a la fe”… nos llama a redireccionar nuestra mirada hacia las cosas espirituales, que al final de nuestros días  hemos de partir hacia una mejor patria, donde las bendiciones del Señor sí serán una realidad cierta. rc

Lectura Diaria:
Números 14 [leer]
/Proverbios 11 [leer]
/1 Pedro 3 [leer]