“Noé, varón justo” Génesis 6:9

En Noé encontramos otro gran exponente de la fe que agrada a Dios. Es un justo de la antigüedad cuyo testimonio es notable. Dice la escritura que recibió la justificación que es por la fe: “fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe” (Hebreos 11:7). Ya en el Génesis, antes de ser conocido como el hombre que preservó la raza humana y las especies animales, en un mundo violento, inmoral y corrupto Noé agradó a Dios. Miremos el texto bíblico:

“Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Génesis 6:8).

Al nacer este hijo especial, su padre expresó que sería motivo de alivio para quienes anhelaban el favor de Dios: “y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo” (Génesis 5:29). Pero de Noé se nos dicen más cosas: “Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé”. Acá vemos la influencia piadosa de su abuelo Enoc, aquel que “caminó con Dios” (Génesis 5:24). De su nieto, como acabamos de leer, también se dice que caminó con Dios. una familia piadosa, una familia dirigida hacia el temor de Dios. Qué importante trascender espiritualmente en la familia, hacia la descendencia persiste el testimonio y obra de Enoc, un punto a considerar.

Este nieto Noé es descrito primeramente como un “varón justo”. Esta es la primera vez que se utiliza esta palabra en la Biblia. Noé era recto, era honesto y obraba según Dios, pues él mismo le dice “a ti he visto justo” (Génesis 7:1). Al ser justo. Noé manifiesta algo del carácter de Dios mismo y del carácter de la ley de Dios (Deuteronomio 32:4). Sabemos que ningún hombre puede ser justo por sí mismo (Eclesiastés 7:20, Romanos 3:9), sin embargo como hemos visto al principio, Noé fue justo por la fe. Lo mismo se dice de Abraham (Génesis 15:6). Estos hombres fueron justificados, es decir, declarados justos por Dios por el hecho de haberle creído, haberle obedecido y haber confiado en su Palabra. Sin duda Noé comprendía que no le era posible acercarse a Dios sin un sustituto. El sacrificio que ofrece después del diluvio es prueba de ello (Génesis 8:20) y, al igual que Abel, Noé nos habla también de la necesidad de un sustituto para acercarse a Dios, prefigurando a Cristo. El mensaje para nosotros es muy claro: es posible acercarse a Dios y agradarle. Sin embargo, eso sólo es posible por la fe en Cristo, ejerciendo una fe similar a la de Noé. ¿Se puede decir de usted que es justo? rc

 

Lectura Diaria:
Josué 20-21 [leer]
/Isaías 14 [leer]
/1 Tesalonicenses 5 [leer]