Son múltiples las pruebas que afectan las vidas de los seres humanos. Es natural que a veces se pregunta ¿por qué?” La respuesta no es fácil de encontrar y debemos aceptar que Dios sabe y no se equivoca.

 

Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y ADORÓ” Job 1:20.

 

A nuestro alrededor hay personas que pasan por problemas, pruebas, dificultades, y tristezas. Varias preguntan, “¿Por qué?” “Si Dios nos ama, ¿por qué hay tanto sufrimiento?” No es fácil contestar la pregunta pues tendríamos que conocer los pensamientos de Dios para responder. Mayor es la incógnita cuando la persona que sufre es alguien cuya vida ha sido ejemplar. Cuando es un individuo cuyo estilo de vida ha sido malo, lo carnal en nosotros nos hace pensar que sabemos la razón porque sufre sin que sea cierto. Pero, cuando según nuestro criterio es alguien que ha sido bueno, mayor es la incógnita y preguntamos ¿Por qué lo permite Dios? ¿Hay alguna enseñanza bíblica que nos podría servir para entender el por qué?

 

Primeramente, la Biblia declara que no hay nadie bueno, ni justo, ni quien por sí solo, busque a Dios. En otras palabras, no hay nada en ningún ser humano que le haga acreedor de un trato preferencial. Aunque a nuestros ojos un amigo parece ser bueno, Dios declara, “No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” Romanos 3:12. Así que, no podemos pensar que uno merece mejor trato que el otro. En segundo lugar, Dios ha establecido ciertas leyes en la naturaleza humana, y cuando actuamos en contra de ellas, resultan ciertas consecuencias. Por ejemplo, la piel tiene cierta resistencia al calor, pero si llega a tener contacto con una llama de fuego, no hay duda que el fuego la quemará. También nuestros huesos tienen cierta resistencia a los golpes pero si alguien cae desde una altura de 10 metros, es de esperar que daños mayores se vayan a sentir. Todo el sistema del cosmos está regido por ciertas leyes físicas. Los problemas ocurren cuando hay debilitamiento o se requiere una respuesta más allá de la capacidad existente para soportar.

 

¿Por qué las pruebas en la vida? Ya que la Biblia enseña que no hay ningún bueno, nadie tiene derecho de esperar un trato preferencial de parte de Dios. Y cuando los problemas ocurren porque se ha sobrepasado la resistencia del cuerpo, por supuesto hay consecuencias. Job es un personaje en la Biblia que tuvo problemas y manifestó su angustia rasgando su manto y rasurando su cabeza. Sin embargo, no culpó a Dios, sino “se postró en tierra y ADORÓ” Job 1:21. ¿Cómo reaccionamos nosotros frente a las pruebas? (Continuará) –daj

 

Lectura Diaria:
1 Samuel 19:8-20:42 [leer]
/Isaías 60:1-22 [leer]
/Romanos 5:12-21 [leer]