¿Coincide su forma de vivir con su forma de hablar? ¿Es necesario que explique que se es cristiano o pueden verlo los otros por su forma de vivir? Lea lo que Juan escribió.
“Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad.” 1 Juan 1:6.

Si el mensaje del evangelio ha de llegar muy lejos, va a necesitar “piernas”. Cristo es conocido en la vida de un seguidor de Él no solamente porque AFIRMA la verdad, sino también porque ANDA en ella. Decir que tenemos comunión con el Dios de Luz, y luego andar haciendo las cosas de las tinieblas no convence a nadie. Juan el apóstol es más escueto. El dice que si así es, “mentimos”. Alguien dijo a un cristiano cuya vida en la práctica no cuadraba con lo que decía, “No me digas nada, pues lo que haces me habla más fuerte que lo que dices.” ¿Hay armoniosa resonancia entre tu hablar y andar?

Durante su ministerio aquí en la tierra, el Señor Jesús dijo: “Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis” Juan 10:37. Destacó que el hablar y el andar deben coincidir. Si queremos ser efectivos en nuestro testimonio, debemos andar en comunión con Él. Cuando alguien cree en Cristo como Salvador, debe haber cambios en la vida. Como dijo Pablo, “en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz” Efesios 5:8.

Elizabeth Gurney Fry nació el 21 de Mayo 1780 en Inglaterra. Su padre era socio en el Banco Gurney, y su madre era de la familia que fundó el Banco Barclay’s que existe hasta el día de hoy. Su madre falleció cuando tenía apenas 12 años de edad. Siendo una hija mayor, tuvo que cuidar a sus hermanos menores. Se convirtió a Cristo y nació en ella el deseo de seguir “el ejemplo de Jesús,” preocupándose de los necesitados. A los 18 años visitaba a los enfermos de su barrio y recolectaba ropa para distribuir entre los pobres. Tuvo una Escuela Dominical en su casa y enseñó a los niños a leer a través de la lectura bíblica. Se casó a los 20 años y más tarde la buena situación de su marido permitió que hiciera mucho bien, especialmente entre las mujeres encarceladas que vivían en deplorables circunstancias. Estableció albergues en Londres para los desamparados y estableció La Sociedad de Visitas para animar a los cristianos a proveer ayuda y consuelo a los desafortunados. El plan fue exitoso y varios grupos se formaron en Inglaterra. Murió en 1845, y en 2002 el billete de Cinco Libras Esterlinas llevaba su imagen. Elizabeth Gurney Fry no solamente anduvo en comunión con Dios sino que lo reflejaba en su andar. De ella no se pudo decir que mentía, sino que anduvo como hija de luz. ¿Y de nosotros, se puede decir lo mismo? –daj

Lectura Diaria:
Éxodo 37:1-29 [leer]
/Salmos 89:19-52 [leer]
/Hechos 22:1-21 [leer]