¿Conoce a un hipócrita? Un hipócrita es una persona que dice una cosa y luego practica otra. No se le puede tener confianza. Una persona sincera hace todo lo contrario. Lea de los que andan en la luz y por tanto tienen comunión con Dios y con otros que andan en la luz.
“Si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.” 1 Juan 1:7.

Decir una cosa y practicar otra es reconocido por todas partes como hipocresía. La palabra hipócrita se deriva del mundo teatral y era aplicada a un actor que usando una máscara, fingía ser lo que no era. Hay hipócritas hoy y los hubo también cuando Jesús estuvo en el mundo. El Señor tuvo palabras duras de reprensión contra quienes Él tildaba de “hipócritas” diciendo que en la práctica de su religión, hacían sus actos de justicia “para ser vistos” de los hombres. Mateo 6:1. Dijo que si pensaba ser honrado por Dios, estaban equivocados pues al “ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa” v.2. Habló Jesús también de otros que daban limosna con mucho ruido para ser vistos. Otros oraban “en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres” v.6. De ellos también Jesús dijo: “de cierto os digo que ya tienen su recompensa.”

Juan el apóstol tocó el mismo tema en su epístola. Mencionó que puede haber una persona que diga que anda en comunión con Dios y luego practica las obras de error. Es un mentiroso. 1 Juan 1:6. Juan no quería decir que fuera imposible andar en comunión con Dios, sino destacó los benditos resultados de practicar las obras de la luz. Estas son las prácticas que agradan a Dios. El que anda en comunión con Dios halla grata compañía con otros hijos de Dios que igualmente andan con Él “Si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” 1 Juan 1:7.

¿Por qué hay una referencia a la “sangre de Jesucristo” en relación a andar en la luz? Se refiere a un resultado práctico de vivir en comunión con Dios. La conciencia del cristiano es más sensible y cuando por un desliz, peca, lo siente en el alma. Luego confiesa su pecado y tiene la seguridad de que la sangre de Jesucristo tiene eficacia eterna. Le limpia y así se mantiene en comunión con Dios. El mentiroso que dice y no hace, deja en evidencia que no es hijo de Dios y el pecar no le molesta. No practica la verdad. v.6. La persona que conoce a Cristo como Salvador está consciente de su pecado y trata de evitarlo. La vida de otros creyentes nos estimula a andar en luz para que nos mantengamos en la comunión con Dios y con los otros miembros de la familia de Dios. Es otro resultado de andar en la luz en comunión con Dios y en comunión con otros. –daj

Lectura Diaria:
Éxodo 40:1-38 [leer]
/Salmos 94:1-95:11 [leer]
/Hechos 24:1-23 [leer]