La palabra propiciar que sale en la meditación significa dar satisfacción. Lea como la obra de Cristo en la cruz logró esto ante la justicia divina.
“Él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.” 1 Juan 2:2.

Cuando una persona escucha el evangelio, aprende que Jesucristo vino al mundo para buscar y salvar al pecador. Aprende que Cristo busca al pecador predicando el amor de Dios, y salva al pecador por medio del sacrificio de sí mismo en la cruz. Además de informar del hecho histórico de lo que Cristo hizo en la cruz, el evangelio interpreta el efecto que produce. El evangelio es un mensaje que explica como Dios evalúa lo que Cristo hizo. También declara que la justicia divina quedó satisfecha para siempre con el sacrificio por el pecado. Asimismo indica cuáles son los beneficios que reporta a quienes se valgan de la obra de Cristo a su favor, recibiéndole a Él como Salvador ya resucitado. En su testimonio ante el rey Agripa, Pablo explicó que tuvo un encuentro con el Señor Jesús y fue salvo. Luego fue enviado a predicar el evangelio, “porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto” Hechos 26:15-16. Pablo fue enviado a predicar el evangelio a los gentiles, “para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados” vv.18-19.

Después de escuchar y creer el evangelio, la persona ya salvada comienza a aprender que ser salvo es mucho más que tener un lugar asegurado en el cielo. Significa tener una relación con el Dios vivo, “y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!” Gálatas 4:6. El Padre desea que sus hijos en el mundo vivan vidas santas, conforme a su carácter, y por eso Juan el apóstol escribió su carta “para que no pequéis.” Sin embargo, existe la posibilidad de pecar, y en tal caso, ¿qué es lo que pasa? El evangelio tiene la respuesta, “si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.” 1 Juan 2:1. Cristo satisface toda demanda de la justicia de Dios, pues “Él es la propiciación por nuestros pecados” v.2.

La palabra propiciación significa un sacrificio que tiene la virtud de satisfacer totalmente lo que la justicia de Dios demanda del pecador a causa de su pecado. El pecador es responsable por sus actos y la buena noticia es que la obra de Cristo satisfizo (propició) la justicia divina y el Padre puede mantenerse reconciliado con su hijo sin tener que abandonarle. El enojo divino contra el pecado es apaciguado para siempre en la obra que Cristo realizó. Sirve para que el creyente sea mantenido en comunión con el Padre por medio del Abogado que tenemos, Jesús el Justo. La obra no es solamente para unos pocos. Su eficacia está disponible para todo el mundo, pero aplicado solamente a los que creen en Cristo para ser salvo. -–daj

Lectura Diaria:
Levitico 21:1-24 [leer]
/Salmos 124:1-127:5 [leer]
/Marcos 7:24-8:10 [leer]