La palabra “amor” ha sufrido en su significado y muchos la relacionan a temas sexuales. Están lejos de la verdad. El verdadero amor tiene su origen en Dios y quien lo practica busca el bienestar de otros.

Y éste es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.” 1 Juan 3:23.

Juan el apóstol insinuó en el verso 22 que los que viven en comunión con Dios guardan sus mandamientos y hacen las cosas que le son agradables. Por ser sensibles a la voluntad de Dios los tales hacen peticiones y Él contesta. Cuántos no dirían, ‘¡Ojalá así fuera en la vida mía! El verso 23 aclara el asunto en parte. “Éste es su mandamiento” y esta frase destaca dos cosas que le son agradables a Dios: 1. “Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo”; y 2. “que nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado”. Dios desea que sus criaturas confíen en Él. Cuando Dios expresa su voluntad, Él quiere verla llevada a cabo en nuestra vida. Es más que una preferencia o algo que conviene. ¡Es un mandamiento! Adán y Eva recibieron un mandamiento tocante al árbol en el huerto de Edén. Solamente requería que creyeran en la sabiduría de Dios y le obedecieran. Pero optaron por dar oído al susurro del diablo. Hasta hoy estamos pagando las consecuencias.

Dios no trata la fe y el amor como entidades desconectadas. Siempre están vinculadas. Espera que la fe vaya dirigida hacia Él y el amor hacia el prójimo. Aunque menciona las dos virtudes de la fe y el amor, las une como un solo “mandamiento”. Se define la vida cristiana en este verso. Dios quiere que creamos en Él y mostremos amor a los demás. Se entiende que cuando el amor hacia Dios está presente, estará presente también el amor a otros. La fe mencionada es la requerida por el evangelio. Es la fe que “abraza” al Hijo como el Salvador presentado en el evangelio, “El que cree en el Hijo tiene vida eterna” Juan 3:36.

El mandamiento de amar a los demás no era nuevo. Jesucristo dijo en el aposento alto, “un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros” Juan 13:34. La fe en el Hijo producirá un deseo de ser como Él y cuando permitimos que el Señor exprese su amor a través de nosotros, se cumple su mandamiento en nosotros. –daj

Lectura Diaria:
2 Reyes 13-14:22 [leer]
/Jeremias 49 [leer]
/Hebreos 13:7-25 [leer]