El amor de Dios es el elemento esencial del evangelio. Por medio de este amor, Dios ha demostrado su deseo de vernos perdonados y hechos hijos suyos.

“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él”. 1 Juan 4:9.

Hablar del amor de Dios es como tomar en sus manos un collar de gemas en el cual cada joya preciosa representa un aspecto de ese amor divino. Como cada gema tiene su belleza, así es el amor de Dios visto en sus diversos aspectos. En cada una descubrimos una nueva realidad. Cada aspecto del amor de Dios resalta la grandeza de su corazón par con nosotros. El verso 8 reveló que hay algunos que no aman. No aman a Dios ni aman a su prójimo. Luego explicó que esta situación se debe a que la persona no conoce a Dios. Terminó el verso declarando que “Dios es amor” 1 Juan 4:8. Si hemos de llegar a conocer a Dios, será primeramente por su amor. ¿En qué se puede conocer este amor? El texto de cabecera tiene la respuesta.

El amor de Dios no es un sentimiento pasivo. El amor de Dios es activo y ya lo ha demostrado para con el mundo entero. No hay nadie fuera del alcance de este amor, pues “en esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él” 1 Juan 4:9.

Juan dijo algo similar en su evangelio, “porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se

pierda, mas tenga vida eterna” Juan 3:16. El amor tiene su origen en el corazón de Dios. Al vernos en nuestra condición de pecadores, ¡NOS AMÓ! A pesar

de esta condición, siempre nos amó. El pecado es una ofensa ante la santidad de Dios, y de todos maneras, nos amó. Su amor le hizo pensar en nosotros e hizo algo tangible para demostrar este amor. Envió a “su Hijo unigénito” para ser nuestro Salvador. “Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” Romanos 5:8.

El único medio para conocer a este Dios de amor es por medio del Señor Jesucristo. Se aprecia este amor en que vino al mundo y luego murió por nosotros.

Después de ser sepultado, Cristo resucitó. El amor de Dios sigue sin interrupción. El evangelio es claramente presentado como evidencia que Dios ha demostrado su amor para con nosotros. Se ve en que su Hijo unigénito vino a este mundo para dar su vida y luego resucitar. Por medio de Él recibimos vida eterna. Así el Padre nos reconoce como hijos suyos y nosotros le reconocemos a Él como nuestro Padre amante. “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios” 1 Juan 3:1. ¿Conoces tú a este Dios de amor? El objeto de este amor es “que vivamos por él”. –daj

Lectura Diaria:
2 Cronicas 7 [leer]
/Ezequiel 32 [leer]
/Juan 11:55-12:19 [leer]