Decir a Dios que le ama es saludable. Demostrar que le ama deja en evidencia que lo dicho es confirmado por lo hecho.

 

“En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.” 1 Juan 5:2.

 

 

Ser nacido de Dios es un privilegio y la bendición más álgida que existe. “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios”. Así declaró Juan al comienzo del capítulo 5. Ser nacido de Dios introduce al individuo a una familia cuyos miembros viven en diversos lugares a través del mundo. Ser nacido de Dios da derecho a la persona de llamarse “hijo (o hija) de Dios”. Como cualquier criatura que ama a sus progenitores, el hijo de Dios también ama al que engendró,” o sea, ama a Dios. Sin embargo, este amor no solamente se siente para con el Padre, sino el que ha  nacido de Dios “ama también al que ha sido engendrado por él”. 1 Juan 5:1.

Cuando se es hijo de Dios, existen pruebas de relación con Dios. Amamos a la hermandad y amamos a Dios. El amor a Dios es más que sentir aprecio para con él por toda su bondad. El amor a Dios se ve también en la obediencia a sus mandamientos. De esta manera hay evidencia que uno es hijo de Dios; ama a Dios, ama a los otros que son hijos de Dios y obedece los mandamientos de Él. ¿Cuáles son algunos de estos mandamientos?

 

Antes de ir al cielo, el Señor instruyó a los suyos a ir y “haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” Mateo 28:19. A eso se refería Pablo cuando escribió a Timoteo, “haz obra de evangelista, cumple tu ministerio” 2 Timoteo 4:5. ¿Hemos sido obedientes a este mandamiento por el amor a Dios? Antes de ir a morir, Jesús estuvo con sus discípulos en el aposento alto. Al final de la celebración de la fiesta de la Pascua, Jesús tomó pan y después de dar gracias, se lo pasó a los discípulos para que cada uno participase. Igualmente tomó la copa llamándola “la copa del nuevo pacto” y todos bebieron de ella. Así Jesucristo instituyó la celebración de la Cena del Señor. El Señor quiere que sigamos haciéndolo hasta que él venga por nosotros. Pablo dijo: “todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga” 1 Corintios 11:26. ¿Ama a Dios? ¿Obedece sus mandamientos? ¿Semanalmente está presente en la reunión del partimiento del pan? El amor es la fe puesta en acción.  El amor arroja su evidencia cuando es practicado. Según el texto de cabecera, el amor a Dios se demuestra por medio de la obediencia a sus mandamientos. –daj

 

Lectura Diaria:
Génesis 10:1-11:26 [leer]
/Job 13:1-14:22 [leer]
/Mateo 6:19-7:6 [leer]