REFLEXIONAR SOBRE LOS HIJOS

La lectura de la Biblia es la gran ausente en muchos hogares. De ahí se deriva muchos problemas que hoy se ve en la sociedad. Hay que tomar tiempo para reflexionar sobre este importante aspecto de la vida familiar.
“Toda la Escritura es inspirada por Dios.” 2 Timoteo 3:16.

Pablo reconoció que Timoteo, ya adulto, había sido muy favorecido en su niñez. Escribió a su hijo en la fe que toda la Escritura es inspirada habiéndole dicho: “Desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras”. Pablo insta a Timoteo a persistir “en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido”. Pablo se refería a la mamá y a la abuela de Timoteo como las responsables de la enseñanza que éste recibió en su niñez. En el comienzo de esta carta, Pablo se refirió a estas dos mujeres diciendo tenía en su menoría “la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice” 2 Timoteo 1:5. Es muy loable cuando los progenitores se preocupan de la salud espiritual de su prole. El ejemplo de estas buenas mujeres, madre e hija, es digno de imitar. Influyeron en su hijo y nieto cuando era joven y se vio el fruto cuando era adulto. Si Ud. es padre o madre, abuela o abuelo, ¿se preocupa por la salud espiritual de sus niños?

En la casa suya, ¿se toma tiempo para leer la Biblia y orar? No es un asunto de hacer rezos, como quien repite un refrán en forma mecánica. Es más bien orar a Dios en forma personal. ¿Se toma tiempo para agradecer a Dios por lo que se sirve en la mesa? ¿Se toma tiempo para leer las Escrituras con la familia? No hay mejor contribución al bienestar del niño que una base bíblica en su crianza. Hay mucha preocupación por como la familia se desarrolla en el hogar, que es la piedra fundamental de la sociedad. Hay preocupación de las autoridades para que los padres cumplan con su deber referente a los niños. No es correcto que los padres y madres abandonen a los niños a su suerte. Los niños necesitan el amor para desarrollarse. En algunos hogares, no encuentran cariño, sino crueldad. En vez de hallar los brazos de amor que los envuelven, hallan brutalidad. En vez de ser amados, son abusados verbal, física y a veces sexualmente. ¿De Ud. se podría escribir lo que Pablo dijo acerca de la madre y la abuela de Timoteo qué desde su niñez él sabía las Escrituras por boca de sus progenitoras?

Hay iglesias locales que entre las reuniones que celebran hay clases bíblicas, o escuelas dominicales. ¿Anima Ud. a los niños suyos a asistir? No solamente los niños deben ser animados, sino acompañados de sus padres. Si así fuera, habría más respeto de jóvenes para con los mayores aprendido por medio de la enseñanza bíblica. Habría menos demostraciones destructivas en las calles si la juventud hubiera sido formada con los principios bíblicos. Habría menos embarazos de adolescentes solteras si recibieran instrucción bíblica sobre la pureza. Reflexionemos sobre los hijos. ¿Les estamos dando una buena base bíblica para sus vidas? Pablo reconoció que Timoteo había sido el objeto de preocupación maternal en su niñez. Sobre las rodillas de su mamá y abuela, aprendió las Escrituras. El que escribe guarda la preciosa memoria de una madre que se preocupó por él y de una esposa que se preocupó de nuestros cuatro hijos. Sé que hay otras personas que comparten el mismo sentimiento referente a sus madres. Fueron mujeres virtuosas, y por eso, “Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba.” Proverbios 31:28. ¿No quiere que sus niños se levanten y le bendigan a Ud. por la orientación espiritual que les dieron? Comience desde ya a preocuparse de sus niños y su desarrollo espiritual. –DAJ