Finaliza ya un año. Hay una gran necesidad hoy de que padres tengan una relación efectiva con Dios Padre en el cielo y sepan instruir y guiar a sus hijos en el camino de la santidad.

 

El hijo sabio alegra al padre, Pero el hijo necio es tristeza de su madre” Proverbios 10:1.

 

Seguramente las emociones sentidas en el Día del Padre fueron muy diversas. Por un lado, algunos tenían a su padre “a la mano” y pudieron expresar con abrazos y besos el cariño que sentían para con su progenitor. Para otros el día no pudo significar un recuerdo halagüeño porque se desconoce el paradero del padre que abandonó a la familia. Existe el caso de otros como el que escribe, cuyo padre ya partió para estar con el Señor. Sin embargo, los años no borran los recuerdos de su cariño, sus consejos, y sus constantes cuidados. Es bueno que exista un día especial para traer a la memoria el rol del padre y lo que significa. Sirve a los padres jóvenes a imitar el ejemplo que han visto. Si el ejemplo no ha sido bueno, sirve como una advertencia para evitar lo que hubiera causado sufrimiento y tristeza.

 

La Biblia relata la historia de varios padres y de ellos podemos deducir ciertas lecciones. Poco sabemos de Adán como el primer padre en el mundo. Aunque no tuviera él un padre sanguíneo, por lo menos tuvo la experiencia de conocer a su Creador como padre generoso que comunicaba sus deseos para con su “familia”. Desafortunadamente Adán desobedeció las instrucciones recibidas y hasta el día de hoy sufrimos las consecuencias. Los padres hoy día deben pensar en el ejemplo que están dejando a su familia y como deben obedecer a Dios para no introducir a su familia en problemas que pudieran afectarla por años. Podemos suponer que Adán enseñó a sus hijos como acercarse a Dios. Abel por lo menos puso por obra lo aprendido pues “ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo” Hebreos 11:4.

 

Hay un caso excepcional que sale en Génesis 18. Abraham fue informado que a pesar de su edad avanzada, Sara su esposa por fin iba a concebir un hijo. El plan divino era hacer que Abraham fuera “una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra” v.18. La destrucción de Sodoma y Gomorra estaba programada debida al pecado asqueroso de la sodomía que se permitía entre el pueblo. Dios quería revelar a Abraham sus planes con anticipación. Su razón es interesante, pues Dios dijo: “yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él” v.19. Dios aprobaba la intención de Abraham de instar a sus hijos a guardar el camino de Jehová, y a hacer justicia y juicio. Los hijos de Abraham serían advertidos sobre el juicio que Dios hace caer sobre los pecadores y cuán importante es poner cuidado en vivir de una manera agradable a Jehová. Hasta el día de hoy Dios se deleita de los padres que instruyen a sus hijos de esta manera. El escritor de la carta a los Hebreos nos indica nuestra responsabilidad, “haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” Hebreos 12:13-14. Gracias a Dios por los padres fieles que nos instruyeron. Oremos por los nuevos padres para que sepan guiar a sus hijos. –daj

Lectura Diaria:
Ester 3:1-4:17 [leer]
/Zacarías 13:7-14:21 [leer]
/Apocalípsis 19:11-20:6[leer]