Cristo satisface las necesidades en todas las esferas de la vida. Sigamos considerando esta verdad.

“He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado.” 1Pedro 2:6

 

En primer lugar, como veíamos ayer, sólo Cristo puede satisfacer las ansias de placer. Si el hombre busca llenar el vacío en el mundo, solo consigue desencanto, ruina y frustración. Cuando Cristo viene al corazón por la fe, hay placer verdadero y la vida se llena de su gozo, de su paz, y de una felicidad permanente. En segundo lugar sólo Cristo satisface el corazón compungido, donde la conciencia acusa del pecado y revela nuestra condición verdadera de perdidos delante de Dios. Cuando Cristo salva al alma, nuestros pecados quedan perdonados, borrados total y permanentemente. Aprendemos que así somos aceptos en el Amado.

3.- SÓLO CRISTO SATISFACE en medio de las pruebas de esta vida. En esta vida tenemos aflicciones, amarguras, desencantos, y desagradables experiencias. No hay nadie que no haya pasado por horas sombrías y pruebas agobiantes. No podemos enfrentarnos a estas experiencias sin la poderosa ayuda de Dios, el Único que puede sostenernos. Solos, no podemos hacer nada. Cuando Jesucristo es recibido como Señor y Salvador, suministra su bendita paz que sobrepuja todo entendimiento. Y ahora con su paz y su gracia podemos exclamar con el apóstol Pablo “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Sólo Cristo satisface en medio de las pruebas de la vida.

 

4.- SÓLO CRISTO SATISFACE a la hora de la muerte. Cuando todo ha terminado para el hombre o la mujer en esta vida, y su única perspectiva es el “valle de sombra de muerte”, ya no vale ni la ciencia, ni la cultura, ni los bienes materiales, ni los honores, ni la llamada “MORAL”. En la hora de la muerte la posesión de la vida por medio de Cristo es la única que nos puede satisfacer. La incredulidad y el ateísmo no pueden ofrecer esperanza ni tranquilidad. No pueden dar ninguna sensación de bienestar en este momento serio y solemne. Por medio de la obra de Cristo en la cruz, el aguijón de la muerte fue quitado y Dios puede dar vida eterna y felicidad a los que confían en Él. Cuando un creyente muera, va inmediatamente a gozar de la felicidad eterna adquirida por Jesús. Cristo solo satisface a la hora de la muerte. SOLO CRISTO SATISFACE EN TODO.

–daj

Lectura Diaria:
2 Samuel 14 [leer]
/Sofonías 2 [leer]
/Gálatas 2 [leer]