Susana Wesley vivió en el siglo 17 en Inglaterra. Fue la madre de John y Charles Wesley, fundadores del metodismo. Le acerca de esta interesante historia.

“Haciendo la paz mediante la sangre de su cruz” Colosenses 1:20

Asistía a la iglesia anglicana siguiendo esta religión, cuando súbitamente un día domingo tuvo conciencia cabal del significado de la muerte de Cristo. Tiempo después lo escribió de esta manera:

“Al pasarme la copa y pronunciar las palabras: ‘la sangre de nuestro Señor Jesucristo que por ti fue dada’, la palabra hizo impacto en mi corazón. Al instante supe que Dios, por intermedio de Jesucristo, había perdonado todos mis pecados”.

Susana Wesley comprendió que después del sacrificio de Cristo a favor del pecador ya nada queda por hacer. La sangre derramada de Hijo de Dios es suficiente para la salvación.

¿Qué sabemos de la sangre? En la Biblia es casi sinónimo con la vida. Sangre derramada equivale a una vida entregada, luego sin sangre no hay vida. Implica entrega total, completa e irrestricta. La sangre derramada no se recupera y queda en tierra como un permanente sello que no pude ser removido. En el nuevo testamento la sangre tiene que ver casi exclusivamente con el carácter expiatorio del sacrificio de Cristo, por cuyo derramamiento él paga el precio del pecado del hombre, dando su vida en la cruz. Su entrega es total e indesmentible pues el derrama su sangre a la vista de todos. La sangre en el altar de la cruz no es de un cordero más, es la sangre del cordero de Dios a quien se le llama el “cordero inmolado “ (Apocalipsis 5:6, 12). Ningún otro sacrificio es más grande que éste.

Eso fue lo que Susana Wesley comprendió una mañana de domingo, al parecer participando de una ceremonia hasta entonces sin significado para ella. Al comprender que Cristo había derramado su sangre por ella, y que al hacerlo había pagado todos sus pecados, ella recibió con gratitud el don de la salvación y la vida eterna. Pablo habla de que Dios es propicio al hombre por medio de la fe en la sangre de Jesús” (Romanos 3:25). ¿Tiene el lector fe en la sangre de Jesús? -rc

Lectura Diaria:
Josué 14-15 [leer]
/Isaías 10:5-34 [leer]
/1 Tesalonicenses 1-2:12[leer]