¿Cómo podría un cristiano profanar el nombre de su Dios? El hombre natural lo hace muchas veces durante el día también. Consideremos algunas de las posibilidades.

“No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano” Exodo 20:7

Profanamos el nombre de Dios a través del reduccionismo. Dios tiene el único derecho de definirse a sí mismo, y lo hace claramente en la Biblia. No obstante, los hombres gustan de un Dios redefinido, un Dios con el carácter distorsionado, aun con buenas intenciones. Cuántas veces creemos que entendemos más a Dios que lo que su Palabra nos enseña. Cuántas veces con facilidad creemos interpretarle, creemos saber cómo reaccionaría en alguna situación y cómo debe castigar algo que nos parece mal, o bendecir algo que nos parece bien. Frases como “Dios no te va a ayudar”, “Dios te va a castigar”, “Dios te va a bendecir”, incluso el consabido “Dios te ama” tienen en su origen una redefinición, una reducción de la persona y carácter del Ominpotente. ¿El objetivo?, presentarnos un Dios más digerible, más degustable al hombre moderno.

Ese es un Dios sub-representado, que no son otra cosa que formas encubiertas de idolatría, son “dioses ajenos”, como veíamos en el segundo mandamiento. Profanamos el tercer mandamiento y tomamos su nombre -su naturaleza misma- en vano con nuestras ideas incorrectas acerca de Dios: más severo, incluso cruel, más bonachón, más condescendiente, etc. … Lo que finalmente ocurre es que olvidamos que Dios no puede ser completamente comprendido o abarcado, pero el hombre trata de razonar a Dios y como resultado genera un concepto deshidratado y recortado de Dios, un Dios a la medida.

Cuidémonos de no reducir la persona del Dios eterno en alguien a nuestra altura. Reconozcamos su naturaleza y carácter, y maravillémonos en este día de que ese Dios tan alto y sublime quiso acercarse a nosotros, y efectivamente lo hizo en la persona de su Hijo Jesucristo. —rc

(Continúa)

 

Lectura Diaria:
2 Cronicas 29 [leer]
/Ezequiel 45 [leer]
/Juan 20:19-31 [leer]