La bendición prometida a Abraham se ha cumplido cabalmente y muchos levantamos nuestra voz para afirmar que la bendición de la salvación es nuestra. De esta manera hemos sido bendecidos.

 

“Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”. Génesis 12:3.

¿Conoce a alguien que a los 75 años osara a embarcarse en una “aventura” para la cual no tenía mapa ni noción exactamente a donde iba a llegar? Sería muy difícil para mí hacerlo, pero cuando Abram tenía esa edad, recibió una revelación de Jehová diciéndole que dejara 1) “tu tierra”, y 2) “tu parentela”, y 3) “la casa de tu padre” Génesis 12:1. Dios se comprometió guiarle a una tierra que Él le mostraría. “Y se fue Abram, como Jehová le dijo;… Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán” v.4. Al irse, dejó atrás todo lo que significaba seguridad, amistad, y cariño familiar para cumplir con un proyecto que Dios tenía en mente. Abram recibió una promesa cuádruple. 1) Sería padre de “una nación grande”. Además Dios le prometió, 2) “te bendeciré, y 3) engrandeceré tu nombre, y 4) serás bendición” Génesis 12:2. Dios prometió a Abram que él se encargaría de vigilarlo, bendiciendo “a los que te bendijeren”. Si resultara que alguien se atreviera a hablar en contra de Abram, Dios dijo: “y a los que te maldijeren maldeciré”. Si dentro del contorno de sus familiares Abram fuera apreciado, al obedecer a Dios, el círculo de bendición sería aumentado para incluir a todo el mundo. Fue una bondad extraordinaria, “serán benditas en ti todas las familias de la tierra” v.3. Con fe acérrima Abram creyó a Dios y partió en su viaje.

La promesa que hizo Dios no fue en vano pues hoy nos incluimos entre los bendecidos por causa de la obediencia sin reservas de Abram. La falta de fe es la única razón porque alguien hoy día no pueda recibir esta bendición. La casa de Zaqueo fue bendecida cuando este publicano conoció a Cristo; “Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham” Lucas 19:9. Igual pasó al carcelero de Filipos que se convirtió después del terremoto que afectó la cárcel. Pablo y Silas estaban presos y le predicaron el evangelio. Después, el carcelero los llevó “a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios” Hechos 16:34.

La promesa dada a Abram de ser una bendición para todas las familias se ha cumplido cabalmente. La bendición alcanzó a Zaqueo quien era judío, y al carcelero quien era gentil, además de muchas familias en Chile desde donde emanan estas meditaciones. Otras familias en otros países latinoamericanos y otros continentes han sido bendecidas por medio de Jesucristo. ¿Cómo está relacionado Abraham con Jesucristo? Como destacó Mateo, es del mismo linaje; “libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham” Mateo 1:1. Es a través de Jesucristo que hemos sido bendecidos con la vida eterna. El que escribe reconoce esta bendición familiar desde mis abuelos, mis padres y mis hermanas. Además ha sido bendecida mi señora y los hijos. En fin, todos hemos sido bendecidos. Dios sigue cumpliendo la promesa dada a Abraham. ¿Ha sido bendecida la familia suya? –daj

 

Lectura Diaria:
Génesis 3:1-24 [leer]
/Job 4:1-5:27 [leer]
/Mateo 3:1-17 [leer]