El cuerpo del apóstol Pablo debe haber causado repugnancia al que lo viera. Me estremezco al leer de los “azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte… cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno, tres veces… azotado con varas; una vez apedreado …” Pablo no atribuyó ningún poder especial a estos sufrimientos. Fue salvo por la fe, y punto.

 

De aquí en adelante nadie me cause molestias; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús” Gálatas 6:17

 

Pablo el apóstol fue el autor de la carta a los gálatas. Los gálatas eran creyentes en diferentes iglesias del Señor esparcidas por Asia Menor, Hoy día es el país de Turquía. Cuando comenzó su carta, Pablo expresó su desazón porque en vez de seguir la sencillez del evangelio de Cristo, los gálatas estaban dispuestos a adoptar prácticas adicionales que no tenían nada que ver con el evangelio. “Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente” Gálatas 1:6. Cualquier evangelista que ha predicado el evangelio verdadero podría identificarse con el sentir de desilusión sufrida por Pablo. Aunque mencionó un evangelio diferente, inmediatamente aclaró que no “haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo” v.7.  Unos falsos maestros habían llegado de Jerusalén a la zona de los gálatas diciendo que además de la fe en Cristo, había que agregar el cumplimiento de la ley de Moisés. Decían que la justificación no se pudo obtener solamente creyendo en Cristo, sino que cosas adicionales eran requeridas. Escuetamente el apóstol dijo “si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema” v.8.

 

La salvación es un regalo de parte de Dios. No podemos hacer nada para merecerla. Sería igual en el caso suyo si alguien le diera un lindo regalo y usted ofreciera dinero para pagarlo y dedicarse a un servicio comunitario para merecerlo. El regalo de la salvación se entrega sin ninguna demanda adicional. Se recibe con fe y uno expresa su gratitud a Dios.

 

Después de mostrar a través de la carta que la salvación es por fe y dar ejemplos de este principio, Pablo mencionó un requisito de los falsos maestros, él de la circuncisión. Por cierto fue un rito según la ley de Moisés, pero no tenía nada que ver con obtener la salvación del alma. “Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación”. Gálatas 6:15. Cuando nace una criatura en el mundo, sale completo del vientre de su madre. No hay nada que agregar al recién nacido para completar todo lo hecho en el vientre de la mamá. Así es cuando uno nace de nuevo en la familia de Dios, nada más se necesita para que sea hijo o hija de Él. En forma desafiante Pablo dijo: “de aquí en adelante nadie me cause molestias; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús” v.17. Se refería a las cicatrices en su cuerpo, marcas dejadas como huellas por lo que había sufrido por Cristo. Vea la lista en 2.a Corintios 11:24-27. Antiguamente los soldados y los esclavos recibían las marcas hechas con fuego en su cuerpo para identificar a quien pertenecían. Sin embargo, Pablo no aduce nada de valor a estas marcas como para reclamar que así hubiera asegurado su salvación. Por predicar el evangelio puro sin obras agregadas, había sufrido. La gracia de Dios que le salvó al principio y le bastó por toda la vida. “Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén”v.18. –daj

Lectura Diaria:
Génesis 4:1-5:32 [leer]
/Job 6:1-7:21 [leer]
/Mateo 4:1-25 [leer]