Vivir en comunión con Dios debe ser en anhelo de cada cristiano. Pasar tiempo meditando en su Palabra trae ricas bendiciones. Al llegar a conocer a nuestro Dios, produce cambios en nuestra vida.

 

Mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.” Salmo 84:10.

 

Elías fue un profeta de renombre. Nada se sabe de su vida antes de presentarse de repente ante el rey Acab para advertirle de una sequía y la hambruna siguiente que duró por más de tres años. Podemos suponer que sus padres temían a Dios, pues le pusieron el nombre Elías que significa “Jehová es Dios”. Hay indicios de que este profeta vivía en comunión con Dios en forma constante pues se identificó ante Acab diciendo “vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia ESTOY” 1 Reyes 17:1. El mensaje de juicio que entregó vino directamente de Dios al rey Acab por medio de Elías.

 

Vivir la vida en constante comunión con Dios es en anhelo de muchos cristianos. Desafortunadamente las demandas de la vida a veces impiden que no se practique esto tanto como quisiéramos. Cuando logramos pasar tiempo en su presencia, hay deleite espiritual que produce alabanza y adoración. En el caso de Elías, produjo valentía para entregar un duro mensaje de juicio.

 

Pasar tiempo en la presencia de Dios tiene el efecto de preparar el corazón, la mente, y el espíritu para detectar la verdad que Dios nos quiere enseñar. A través de la Biblia Dios revela su carácter y lo que espera de sus hijos. Mientras oramos basándonos en lo que aprendemos, nuestro pensar es transformado, “por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” 2 Corintios 3:18. Elías en su día supo el poder transformador de pasar tiempo en la presencia de Dios.

 

La transformación que viene como consecuencia de vivir en comunión con Dios no ocurre de la noche a la mañana. Puede ser que la vida suya sea muy rutinaria sin grandes hazañas. De repente se presenta una oportunidad de servir y ¿qué es lo que ocurre? ¡Estás listo para aquello! Sin darse cuenta, Dios utilizó la rutina diaria de estar en comunión con Él para desarrollar el andar suyo en obediencia a su voluntad. Cuando tomamos tiempo de conocerle por medio de la oración y la meditación, el Espíritu Santo nos habla. No hay mejor lugar para conocer a Dios sino en su presencia. –daj

 

Lectura Diaria:
2 Cronicas 1-2 [leer]
/Ezequiel 27 [leer]
/Juan 10:1-18 [leer]