Seguimos con esta interesante historia acerca de la carta que el Dr. Rimmer escribió a Carlos Fuller, el predicador.

 

“Este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en su Hijo” 1 Juan 5:11

 

Carlos Fuller fue un predicador radial en el estado de California, USA. El Dr. Harry Rimmer era científico, escritor y conferencista, y cuando Carlos Fuller anunció un domingo que su tema para el domingo siguiente sería “El Cielo”, escuchando el anuncio, el Dr. Rimmer escribió a don Carlos explicando su profundo interés. Le explicó que por más de 50 años tenía “una propiedad” en el Cielo y que quien se la entregó no le exigió precio. Es tan segura que ni ladrones, ni bichos, ni catástrofes podrían destruirla. Indicó que estaba listo para entrar y descansar, en paz eterna. Confesó que el Amigo que obtuvo su “patrimonio” en el Cielo le había acompañando en las buena y en la malas. Nunca le había abandonado. Seguimos con su carta:

 

“Carlos, espero gozarme escuchando tu sermón acerca del Cielo el próximo domingo. Debo estar en casa por mi salud pero, claro, no se puede asegurar nada sobre el futuro. Mi boleto al Cielo no tiene ninguna fecha indicada para la partida. Puede ser en cualquier momento. Y tampoco es de ida y vuelta, es de ida solamente. No es permitido llevar equipaje. Estoy listo para partir y, quién sabe, posiblemente esté allí cuando tú estés hablando el próximo domingo. Si no estoy aquí, estaré esperando encontrarme contigo allá más adelante”. La carta fue firmada, Harry Rimmer, doctor en Ciencias.

 

La carta fue puesta en el escritorio de don Carlos Fuller el miércoles siguiente, antes del domingo cuando irìa a predicar acerca del Cielo. Pero cuando Carlos Fuller dio su mensaje, Harry Rimmer ya se encontraba en aquella tierra más luminosa que un día soleado. Había entrado a la tierra que había vislumbrado por fe durante más de 50 años. Cabe preguntarse en este momento,¿Podrías tu escribir con tanta seguridad? ¿Tienes tú la plena seguridad de poseer la vida eterna? El Señor Jesús ha dicho, “De tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna” Juan 3:16. Por medio de la fe en el Señor Jesús, tú puedes entrar en el disfrute de la vida eterna. Esperamos que todos podamos afirmar con el Dr. Rimmer “Estoy listo para partir”. Si, no, Cristo el Salvador sigue diciendo “Venid a mí… Yo os haré descansar” Mateo 11:28. –daj