Regocijarse en Dios y en sus favores es una maravillosa manera de vencer el desaliento y la depresión, pues aparta de sí mismo los pensamientos y quita la importancia al yo.

Bendice, alma mía, al Señor, y no te olvides ninguno de sus beneficios” – Salmo 103:2

 

Hay personas que pasan por períodos de desaliento y muchos desean vencer estos tiempos de angustia. Han sido aconsejadas que con la ayuda de Dios, pueden lograr alivio de la tormenta emocional. En verdad, son varias las causales del problema y para algunos casos, se necesita ayuda profesional para su tratamiento. En otros casos, cuando el problema tiene su origen en la condición espiritual del individuo, el remedio está en la misma enseñanza de la Biblia.

 

Un predicador del evangelio se sintió desanimado en una oportunidad y se lo confidenció a un amigo cristiano. Este le preguntó si durante el transcurso de los años había tenido la práctica de reconocer en forma específica lo que Dios había hecho en su vida a través de otras personas. Dijo que sí pero cuando su amigo le preguntó: ¿Y agradeciste a alguno de ellos en forma individual? el predicador admitió no acordarse de haberlo hecho. Su amigo le propuso que escribiera una carta a uno de ellos para expresarle su gratitud. El predicador lo hizo, y cuando supo que su carta había sido una fuente de aliento para el que la recibió, el mismo sintió que le quitaba un peso del corazón. Entonces preparó una lista de todos los que le habían ayudado y empezó a escribirles. Mientras hacía la cuenta de los beneficios, poco a poco la nube de su desaliento se disipó. Al comprobar que el Señor le había animado a él por medio de muchas personas, volvió sus pensamientos hacia el cielo y alabó a Dios cada día por su bondad y su amor.

 

Cuando los cristianos se desaniman, a menudo olvidan los generosos dones que Dios derrama sobre ellos. ¡Cuántas veces se sienten desgraciados por un trivial problema de la vida diaria o angustiados al preocuparse de antemano por algo que quizá nunca ocurra! Pero, cuando cuentan los beneficios de Dios en lugar de fijarse en las dificultades de la vida, las cosas toman un aspecto muy diferente. Regocijarse en Dios y en sus favores es una maravillosa manera de vencer el desaliento y la depresión, pues aparta de sí mismo los pensamientos y quita la importancia que uno le da a su YO. Como dice el texto – NO TE OLVIDES.

–daj

 

Lectura Diaria:
2 Samuel 24 [leer]
/Jeremías 8 [leer]
/Efesios 2:11-22 [leer]