Invitamos a usted a reflexionar sobre el rol personal de cada uno en su participación en la iglesia local, especialmente en vista del Año Nuevo.
“A cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho”. 1 Corintios 12:7.

La Biblia enseña que cada persona que cree en Jesús es hecho miembro del Cuerpo de Cristo, o sea, la Iglesia. Cristo es la Cabeza de su Iglesia. “Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia…” Colosenses 1:17-18. Una iglesia local, compuesta de las personas que han creído en Cristo el Señor debe funcionar como un cuerpo en sus variadas actividades. No se trata de usar el talento humano, sino “de manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada,… úsese conforme a la medida de la fe” Romanos 12:6. Todos los miembros tienen un don y es la responsabilidad de cada uno usarlo para la gloria de su Salvador.

Jesús enseñó en una parábola que los que le pertenecemos tendremos que rendir cuenta de cómo usamos el don recibido. Lucas 19 relata de un hombre noble que “se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver” v.12. El noble entregó una cantidad de dinero a cada uno de sus diez siervos con la instrucción: “Negociad entre tanto que vengo” v.13. Algunos de los siervos respondieron positivamente a la orden. Cuando el noble volvió, “mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno” v.15. Como insinúa el texto de cabecera, cada uno debe usar lo recibido en forma sabia “para provecho”. El don no era dado para que el siervo se enriqueciera personalmente sino para adquirir ganancia a favor de su maestro. ¿Cuál es el propósito que el Señor tiene en mente al dar dones a los suyos? Pablo indicó que era para hacer madurar “a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” Efesios 4:12-13. Los dones son para promover el desarrollo espiritual de otros. Lucas 19 dice que hubo un siervo que no usó su don y perdió todo. Esto debe hacernos reflexionar sobre nuestra participación como creyentes en la iglesia de la cual formamos parte.

Con el Año 2011 a punto de comenzar en tres días, ¿Cómo contestaríamos estas preguntas? * ¿Cuál es el don que el Señor me ha dado a mí? * ¿Estoy ejerciendo el don, o es como un valor guardado sin ser usado? * ¿Acaso sepa yo por qué Dios me ha dado este don? * ¿Estoy cumpliendo con el propósito que Dios tiene en mente para mí?” Pablo el apóstol escribió de sí mismo y Apolos como “servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor” 1 Corintios 3:5. Reconoció que los dos habían recibido un don y lo estaban usando. Usando la figura de un jardín dijo: “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios… y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor” vv.6, 8. Cuando los hermanos comparten la misma visión y responden a su Señor, hay bendición. He aquí la mejor manera de comenzar el nuevo año, usando nuestros dones para avanzar los intereses de nuestro Señor. –G.Stewart/daj

Lectura Diaria:
Ester 3:1-4:17 [leer]
/Zacarías 13:7-14:21 [leer]
/Apocalípsis 19:11-20:6 [leer]