Mirando hacia el año que viene debemos reflexionar para fijar metas y dedicarnos a llevar fruto para nuestro Dios. Considere lo que Cristo nos ha indicado.
“En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos” Juan 15:8.

El inconfundible tic-toc del reloj nos avisa que la cuenta regresiva a la medianoche del 31 de Diciembre 2010 sigue sin parar. A los cristianos se les invita a reflexionar sobre su participación personal en la iglesia local, especialmente en vista del Año Nuevo. Todos han recibido un don espiritual y en un día futuro, tendrán que rendir cuenta ante del Señor por el uso que hubieran hecho de él. Por eso conviene preguntarnos, “¿estoy cumpliendo el propósito que tenía el Señor para mi vida?” Jesús dijo que él era la vid verdadera y enseñó sobre la necesidad de permanecer en él “porque separados de mí nada podéis hacer” Juan 15:5. ¿Qué significa llevar fruto? Como la vid hace salir la uva según la naturaleza de la parra y produce varios racimos, así en la vida del cristiano se echa de ver actitudes y acciones que son del Señor Jesús. Ser generoso para con el necesitado; estar sensible ante el dolor ajeno; estar dispuesto a prestar ayuda ante un requerimiento, eso es llevar fruto. ¿Hay fruto en la vida suya?

En la parábola del Buen Samaritano, un sacerdote y levita vieron al hombre herido en la berma del camino y en vez de ofrecer ayuda, pasaron por el otro lado. No hubo fruto en la vida de ellos. Cuando llegó el samaritano, vio la necesidad y se detuvo. Se bajó de donde estaba para ponerse al lado del hombre moribundo y le atendió con esmerada atención. Hubo fruto en la vida de samaritano y nuestro Señor quiere ver fruto en la vida nuestra. En algunas iglesias los miembros se han aislado del mundo pensando que así cumplan con la exhortación de no tocar “lo inmundo” 2 Corintios 6:17. El Señor habla de separación y no de aislación. Necesitamos tener todo en equilibrio, es decir, conocer la doctrina por un lado y llevarla a la práctica por otro. Dios requiere que seamos fieles y recordemos que Él ha dicho: “os he puesto para que vayáis y llevéis fruto” Juan 15:16. Mostrar amor es una manera de llevar fruto, “esto os mando: Que os améis unos a otros” v.17. Así uno vive su vida “como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios” Colosenses 1:10.

Al mirar hacia el año nuevo, cada cual debiera anhelar usar sus dones como hicieron “los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos” 1 Crónicas 12:32. Cada uno debe reflexionar sobre el futuro y las oportunidades que tendrá para servir a Dios. El objetivo principal debe ser glorificar a Dios. Jesús dijo: “en esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos” Juan 15:8. ––G.Stewart/daj

Lectura Diaria:
Ester 5:1-6:14 [leer]
/Malaquías 1:1-2:9 [leer]
/Apocalípsis 20:7-21:8 [leer]