Todo cristiano verdadero vive por fe. Pero debe ser más que una frase altisonante. Debe ser una realidad en la vida y tenemos que admitir que a veces la fe flaquea. Hay que examinar nuestras vidas para poder afirmar que sí, vivimos por fe.

 

Sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Hebreos 11:6.

 

Vivir por fe es un noble concepto. También es una linda experiencia. Pero, ¿Entendemos lo que realmente significa? ¿Y cómo se vive por fe? Vivir por fe comienza con una relación con Dios a través de la fe en Cristo Jesús como Salvador. Pedro el apóstol explica que “todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina” 1 Pedro 1:3-4.

 

La única manera de disfrutar de esta vida es a través del ejercicio de la fe. La fe no es algo que usemos solamente cuando enfrentamos un problema. Es sencillamente vivir confiando en la sabiduría de Dios, sabiendo que Él permite ciertos eventos en nuestra vida y luego, nos fortalece para soportarlos. La fe es más que un parche que cubre una herida. Es un acto en conciencia basado en la convicción de quién es Dios y que él cumple las promesas que ha hecho.

 

La fe es como un ancla que agarra la roca de la Palabra y evita que la barca de nuestra vida se deslice. La fe nos mantiene en la corriente de la voluntad de Dios. “Queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo” Hebreos 6:17-19. Es saludable comenzar cada día encomendándonos a Dios, dispuestos a servirle. Para que Dios sea glorificado, el cristiano prosigue a través de las horas del día guiándose por los principios bíblicos frente a cualquier situación. Depende del poder del Espíritu Santo para actuar bien para la gloria de Dios. Esto es Vivir Por Fe. –daj

 

Lectura Diaria:
2 Samuel 22 [leer]
/Jeremías 6 [leer]
/Efesios 1:1-14 [leer]