“Examinadlo todo; retened lo bueno” 1 Tesalonicenses 5:21

En mi juventud, tuve consejeros espirituales a quienes consultaba para saber si me convenía leer ciertos comentarios sobre las Escrituras. Gracias a Dios, me daban buena orientación, por lo cual el material leído era saludable y estaba conforme con la sana doctrina. Con el andar del tiempo, los programas radiales cristianos se presentaban como fuentes de enseñanza bíblica y era necesario discernir cuáles convenían ser escuchados. Otra vez era necesario examinar si los mensajes presentados se conformaban con la doctrina bíblica. Un famoso predicador radial escribió un libro titulado en inglés, “Prepárese para Armagedón”. Una averiguación sobre el tema reveló que el autor creía que la iglesia pasaría por la tribulación. Este conocimiento sirvió para ponerme en alerta sobre sus conceptos relativos a la esperanza de la Iglesia.

Siempre ha existido la necesidad de verificar la base doctrinal del material disponible para los cristianos. Sean libros, programas radiales, mensajes grabados, internet, ahora que hay múltiples fuentes que proveen de material, y el peligro es mayor que nunca. Con respecto a internet, en la web encontramos miles y miles de sitios que ofrecen archivos con mensajes y enseñanza. En algunos casos, es difícil saber el origen del material. Desafortunadamente algunos hermanos han sido influenciados por algunos sitios con enseñanza errónea. Cuando presentan sus ideas en un estudio bíblico, o en una conversación personal, los hermanos experimentados en la sana doctrina tienen que perder tiempo para “apagar el incendio naciente” pues como dice Proverbios 6:27 “¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan?”

Una de las exhortaciones que Pablo hizo a los hermanos de Tesalónica fue “Examinadlo todo; retened lo bueno” (1 Tesalonicenses 5:21). La Biblia es la única fuente fidedigna para enseñarnos las verdad. Es ella la que tiene la autoridad divina y como Palabra de Dios es para el verdadero creyente la que debe prevalecer para probar cualquier enseñanza hoy. La segunda parte de la exhortación, “retened lo bueno” es tan importante como la primera. Pablo sabía los peligros que corrían los creyentes en aquellos días y hoy con más razón queremos animar a los hermanos a examinarlo todo, y retener lo bueno. Se puede consultar a los ancianos de la iglesia local u otros hermanos conocedores de la verdad para orientarse. Muchos saben de autores de libros, de predicadores, y de sitios para poder evitar lo dañino y aprovechar lo saludable. Si podemos ser de ayuda, estamos a su disposición. –daj/rc

Lectura Diaria:
1 Cronicas 28 [leer]
/Ezequiel 24-25 [leer]
/Juan 9:1-17 [leer]