Como padre y abuelo, sé cuán importante es dar buenos consejos a los hijos y nietos. No es tarea fácil pero cuando se hace en comunión con Dios, hay resultados que traen alegría y satisfacción. Lea el consejo que David dio a Salomón su hijo.
“Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican.” Salmo 127:1. 

David el rey sabía que su hijo Salomón le iba a suceder en el trono, y uno de sus tareas sería edificar el templo, la casa de Dios. Salomón fue el constructor escogido. Como buen padre, David aconsejó a su hijo sobre la edificación con los principios mencionados en el texto de cabecera. Estos también son aplicables al edificar cualquier cosa hoy en día, sea familia, negocio, o iglesia; edificar en dependencia de Dios. Más tarde, Salomón escribió para su hijo: “Oye, hijo mío, la instrucción de padre,…” Proverbios 1:8. “Oíd, hijos, la enseñanza de su padre” Proverbios 4:1. Es normal que los padres aconsejan a sus hijos. El problema es que algunos hijos no hacen caso de los consejos. Muchos buscan su propio camino y las noticias dan cuenta de hijos con problemas, lejos del ideal esposado por los padres. Los consejos paternales no solamente son para el tiempo inmediato, sino como dice Proverbios 19:20, “Escucha el consejo y recibe la corrección, para que seas sabio en tu vejez”.

“Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia”. Este es otro consejo del Salmo 127. Si uno no toma a Dios en cuenta, y pasa el tiempo preocupado de sus bienes, esto no da protección contra las catástrofes. El salmo lo dice: “por demás que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar”. Trabajar incansablemente para conseguir una buena situación quizás consigue algo de ganancia material, pero para la eternidad, nada sino pérdida. Es la ganancia eterna la que debemos buscar. Dios no espera que trabajemos 24 horas al día para prosperar materialmente. Espera que dependamos de Él para que bendiga nuestros esfuerzos. Dediquemos tiempo a Él y Él se encargará de proveer lo necesario para nosotros.

El Señor conoce nuestras necesidades. Dijo el Señor Jesucristo, “Vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros la pidáis” Mateo 6:8. Su conocimiento es perfecto y quiere ser incluido en nuestros planes, peticiones, y pensamientos. La Biblia enseña que teniendo a Dios en primer lugar en la vida, las cosas vienen por añadidura. “Buscad el reino de Dios y su justicia y todas las cosas os serán por añadidura” Mateo 6:33. El secreto para edificar bien es tomar a Dios en cuenta como dice Apocalipsis 1:3, “Bienaventurado EL QUE LEE, y LOS QUE OYEN las palabras de esta profecía, Y GUARDAN las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.” De esta manera aprendemos lo que agrada a Dios. –DAJ

Lectura Diaria:
Josué 24:1-33 [leer]
/Isaías 19:1-20:6 [leer]
/2 Tesalonicenses 3:1-18 [leer]