¿Qué clase de recepción daría Ud. si fuera visitado repentinamente por tres visitas del cielo? Lea como Abram manejó la situación.
“Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.” Santiago 2:23.

El día había comenzado como cualquier otro. Abram tenía su carpa levantada en la planicie de Mamre. Hacía calor y parece que Abram buscaba alivio de él sentado a la sombra en la puerta de su tienda. De repente vio a tres varones que habían llegado a estar junto a él. Algo especial caracterizaba a estos varones que produjo un sentir de humildad en Abram. Eran dos ángeles del cielo y la otra persona tenía grandeza propia, reconocida por Abram como Jehová. Tales apariciones son llamadas cristofanías. Una cristofanía es la apariencia de Cristo antes de nacer en Belén. Hay algunas de ellas mencionadas en el Antiguo Testamento. Génesis 18 dice que a Abram “le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día” v.1.

Al ver a las tres visitas, Abram salió corriendo para recibirlas. Reconoció la dignidad de ellas pues “se postró en tierra” v.2. Abram se ve como hombre hospitalario y quiso rendirles honor y brindarles la atención que merecían. Con humildad les invitó a pasar: “Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo” v.3. ¿Cuántos seres humanos hoy día querrían ser visitados por el Señor del cielo? Abram quiso atenderles con esmero, lavando sus pies y dándoles descanso bajo un árbol. Quiso darles algo para comer, dispuesto a sacrificar lo mejor para ellos. No habían venido para ser festejados sino para entregar dos noticias excepcionales. Por eso, accedieron a lo ofrecido por Abram. “Haz así como has dicho” v.5. Abram iba a recibir noticias de un hijo que había de nacer y un juicio que iba a caer sobre las ciudades de Sodoma y Gomorra.

Abram demuestra una linda actitud para con estos mensajeros del cielo. Desea disfrutar de su compañía, es decir estar en comunión con ellos. Tener comunión con Dios es una forma de mostrarse amigo de Él. En una verdadera amistad hay intercambio de planes y hay compromisos. Es compartir toda clase de noticias, especialmente en cuanto al futuro. Jesús mismo lo explicó así a sus discípulos, “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer” Juan 15:15. ¿Goza Ud. se la amistad con el Señor Jesús? — daj

Lectura Diaria:
1 Samuel 19:8-20:42 [leer]
/Isaías 60:1-22 [leer]
/Romanos 5:12-21 [leer]