Los salmos nos enseñan que Dios es eterno. Desde su poder creador hasta sus atributos exclusivos se nos muestran en esta biblioteca poética.

“La misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos” Salmo 103:17

 

Los 150 salmos son un compendio de escritos agrupados en cinco libros distintos. Ellos son Libro I, del salmo 1 al 41; Libro II, del 42 al 72; Libro III, del 73 al 89; Libro IV, del 90 al 106; y Libro V, del salmo 107 al último, 150. En el Libro IV que abarca los salmos 90-106, hay un pensamiento reiterado que establece la gran verdad que Dios es desde la eternidad hasta la eternidad. No tiene comienzo, y no tendrá fin. Dios siempre ha sido, y siempre será. Los cristianos reconocemos esta gran verdad pero donde ella suministra gran aliento es cuando consideramos el aspecto práctico de lo que hace el Dios eterno. En cada nueva jornada aquí en la tierra, es reconfortante saber que conocemos al Dios que no cambia.

 

Moisés reconoce en el Salmo 90 que Dios es eterno. “Señor, tú nos has sido refugio De generación en generación. Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.” Versos 1-2. En el Salmo 103, el salmista reconoce que la misericordia de Jehová no es ninguna novedad, pues “La misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos.” v.17. En el último salmo de esta sección se destaca que Dios es eterno y es siempre digno de ser bendecido.” El salmo comienza y termina con la palabra Aleluya, “Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia. Salmo 106:1. “Bendito Jehová Dios de Israel, Desde la eternidad y hasta la eternidad; Y diga todo el pueblo, Amén. Aleluya.” v.48

 

En vista de que Dios es eterno, su amor y misericordia jamás serán ausentes en sus tratos con los seres humanos en el mundo. Luego, los que hemos acudido en procura de la salvación por medio del Señor Jesús ya recibimos el perdón de pecados. Jamás cambiará Dios esta condición en la cual nos ha puesto como “aceptos en el Amado.” Efesios 1:6. Las promesas de Dios nunca dejan de tener vigencia “Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.” Romanos 11:29. En el mismo salmo donde Dios es presentado como el eterno, viene la oración clave para nosotros, criaturas del tiempo. “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría.” Salmo 90:12. El himno lo dice todo, ¡Cuan Grande Es Él!  –daj