Los eventos antes del nacimiento de Jesús son bien conocidos. También es sabida la visita hecha por María a Elizabeth su prima, embarazada de una criatura que llegó a ser Juan el Bautista, el heraldo de Jesús y bautizador de los arrepentidos. Menos conocidos son los eventos inmediatamente después del nacimiento de Jesús.

Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.” “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.” Lucas 2:40, 52.

María y José eran puntuales y cuidadosos en guardar la ley de Moisés. Comenzaron con llevar a Jesús para ser circuncidado al octavo día como estipulaba la ley Levítico 12:3. A los cuarenta días después fueron al templo para ofrecer la ofrenda de la purificación requerida de la mujer cuya matriz fuese abierta.

En el templo se encontraron con Simeón, un anciano que pacientemente había esperado la llegada del largamente deseado Mesías. Simeón era “justo y piadoso, (y) esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.” Lucas 2:25.  Simeón pronunció unas profecías ese día y María tendría que esperar más de 30 años para que algunas se cumpliesen. Es poco probable que ella entendiera cabalmente su significado al escucharlas pero las guardó en su corazón y después las vio verificadas.

La importancia de todo lo que hicieron José y María al cumplir con la ley se vio treinta años más tarde. Cuando Jesús ya predicaba, nadie pudo levantar ninguna acusación de que no se hubiese cumplido la ley con Él. “Cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley” Gálatas 4:4. La obediencia de José y María sirve para animar a los padres hoy a cumplir con la instrucción bíblica de criar a los niños en el temor de Dios. A través de los padres, se cumple el principio expresado  por el profeta Isaías: “Porque su Dios le instruye, y le enseña lo recto” Isaías 28:26. –daj

Lectura Diaria:
Números 33 [leer]
/Proverbios 29 [leer]
/Lucas 4:16-44 [leer]