Pablo instruyó a los cristianos en Filipos que Dios quiere que toda rodilla se doble y que toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor.  Así fue la confesión hecha por el eunuco antes de ser bautizado por Felipe el evangelista.

 

“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre.” Filipenses 2:9.

¿Cómo se dirige Ud. a Dios en sus oraciones? En algunas reuniones de la iglesia local, los nuevos convertidos a veces se confunden en sus oraciones públicas y agradecen al Padre por haber muerto en la cruz. Con el tiempo entienden que fue Jesús quien dio su vida en la cruz y sus oraciones cambian. En algunas partes los orantes solamente usan el nombre Jesús sin aplicarle el nombre preferente que es el  Señor, Jesucristo. El nombre humano que el Hijo de Dios adquirió al entrar en el mundo fue Jesús, como le nombraron José y María según la instrucción del ángel. Era nombre común y el equivalente en el Antiguo Testamento era Josué. Jesús significa Jehová Salvador. ¿Cómo debemos referirnos al Él?

El nombre Jesús es su nombre humano y cuando es usado sólo en las epístolas, se enfatiza su humanidad. Llama la atención que cuando los discípulos o los seguidores de Jesús se dirigían a Él, le llamaban Señor y no solamente Jesús. Los que no habían creído en Él y los mismos demonios nunca le llamaron Señor. El nombre Cristo significa el “Ungido” que viene del griego y es el equivalente al nombre Mesías en el Hebreo. Cristo es un título divino aplicado al que era profeta, sacerdote, y rey, ungido de parte de Dios para cumplir con las profecías hechas acerca de Él antaño.

El nombre o título “Señor” índica la relación que existe entre la persona que lo usa y su Salvador y conlleva el compromiso de ser obediente a sus órdenes para cumplir su voluntad. Los tres nombres juntos, Señor Jesucristo, es el nombre que Dios quiere escuchar de nuestros labios. Del comienzo en el día de Pentecostés, Pedro afirmó: “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo” Hechos 2:36. Esta combinación de nombres es usada más de cien veces en el NT. ¿Es importante que usemos este nombre? Dejemos que la Biblia nos conteste, “Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;  y TODA LENGUA CONFIESE que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” Filipenses 2:9-11. Tengamos cuidado de adecuar nuestro lenguaje al modelo bíblico cuando nos dirigimos al Padre y al Hijo. Cuando testificamos o predicamos debemos referirnos a nuestro Salvador como el Señor, Jesucristo. Así sea. –daj