La resurrección de Cristo de la muerte es la piedra fundamental para estar seguro en cuanto al futuro. Muchos quieren llegar al cielo y es la resurrección de Cristo que hace posible que los creyentes en Cristo lleguen allá. En cuanto a los que le rechazan, habrá resurrección, sí, pero no llegarán al cielo.

 

Jesús dijo: “al que a mi viene, no le echo fuera”. “No queréis venir a mí para que tengáis vida”. Juan 6:37; 5:40.

 

Siempre ha habido detractores a la fe cristiana. Muchos niegan la existencia de Dios. En enero 2002, una mujer de la política dijo: “Desgraciadamente, soy agnóstica. Creo que uno se acaba con la muerte, pero hay miles de cosas que desconocemos. No me cierro a aceptar otras posibilidades, pero mi formación médica se basa en evidencias”. Ya que ella dice que no se ha cerrado a otras posibilidades, yo espero que algún día se contacte con los miles de colegas médicos que afirman que son creyentes en Cristo. La formación médica de ellos, igualmente basada en las evidencias, les ha llevado a concluir que Dios es el Autor de todo lo maravilloso que es el cuerpo humano. Ellos dicen, “Gracias a Dios, soy hijo de Él por la fe en Cristo Jesús”.

 

La resurrección de Jesucristo es fundamental para el evangelio. Había algunos en Corinto que enseñaban que no había resurrección de muertos. Esta enseñanza errónea dejaba a muchos con dudas. Para contrarrestar este error, Pablo el apóstol argumentó: “si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó” 1 Corintios 15:12-13. Negar la resurrección que ha de acontecer en el futuro es negar también la resurrección de Cristo Jesús en el pasado. Los dos hechos se complementan; el uno depende del otro. Lean los versos 14-19 en 1 Corintios 15 para ver lo que dice. Termina diciendo: “¡Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos!” v.19. Toda la fe cristiana se construye sobre esta gran verdad — la resurrección corporal del Señor Jesucristo. Jesucristo dijo “Porque yo vivo, vosotros también viviréis” Juan 14:19. Estas son las buenas nuevas que predicamos.

 

Si no hay resurrección no hay beneficio en venir a Cristo para ser salvo. Pero la Biblia declara terminantemente: “¡Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho!” 1 Corintios 15:20. La resurrección de Cristo garantiza la resurrección de todos los seres humanos. Esto afectará no solo a los que son salvos por haber creído en Cristo, sino también a los perdidos que serán juzgados.

 

Adán, cabeza de la raza humana, trajo la muerte tanto física como espiritual sobre todos los hombres. Jesucristo es llamado el “segundo hombre” y también el “último Adán”. Jesús hizo posible la resurrección de todos los descendientes de éste. Sin la resurrección de Cristo, ninguno podría ser levantado de la muerte, pero como resultado de esa gloriosa resurrección, todos los hombres algún día serán resucitados corporalmente. El destino de los salvados será el cielo, y los que nunca quisieron ser salvados por Cristo irán al lago de fuego. La Biblia dice: “… está establecido que el hombre muera una sola vez, y después de esto el juicio”. Hebreos.9:27. ¿Dónde estarás tú en la eternidad? No puedes escaparte de este hecho innegable. Lo bello del evangelio es que trae estas buenas nuevas: Cristo por su muerte en la cruz ha quitado el aguijón de la muerte. Cristo libra del temor de la muerte a todos los que confían en El. El destino en la eternidad se decide aquí en la tierra. Una vez que uno haya pasado de este mundo, no habrá oportunidad de cambiar su destino. No sigas incierto e inseguro en tus pecados. No hay duda, ¡habrá resurrección! Pero contigo es la determinación de tu paradero eterno, o en el cielo con Cristo, o en el infierno con todos los demás incrédulos, el diablo y sus ángeles caídos. Cristo te invita: “venid a mí.” –daj

Lectura Diaria:
Números 18 [leer]
/Proverbios 15 [leer]
/2 Pedro 2 [leer]