En Lucas aparecen cinco viudas.  Con ellas también tenemos muchas enseñanza que nos deja cada una de sus experiencias, y que iremos viendo según avanzamos.

“Y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén” Lucas 2:37

 

La primera viuda que aparece en Lucas es Ana (Lucas 2:36-37), cuyo nombre significa “gracia”. Ana viene de una familia cuyo linaje espiritual no puede ser mejor. Es hija de Fanuel (“Rostro de Dios”) de la tribu de Aser (“Feliz”). Ana ha quedado viuda desde hace 84 años, y no se aparta de la presencia de Dios. Está día y noche en el templo. En su actividad, Ana nos muestra la gracia de Dios que se manifiesta en cada una de sus acciones e intereses. En primer lugar, ana es una mujer que espera. Esperaba algo de Dios y por muchos años esperó lo que finalmente le fue revelado, en este caso la venida del Mesías.

Pero Ana también sirve, y como tal es figura de todos los creyentes que sirven en lo poco y en lo mucho al Señor, sin importar una eventual recompensa. Luego, vemos que también Ana alaba a Dios. La adoración a Dios es una actividad del corazón agradecido de cada creyente que surge al cnsiderar lo grande que es su Dios y lo ínfimos que somos nosotros. Finalmente, Ana “hablaba de él”. En esto vemos la cuarta actividad de un creyente, cual es testificar del Señor.

Entonces, en los breves versículos de Lucas 2 tenemos que Ana espera; mientras tanto trabaja y sirve, no está ociosa y está en la presencia del Señor. David dijo que prefería estar un día en la presencia de Dios que mil fuera de ella (Salmo 84:10); luego vemos que alaba y adora a Dios, que es la actitud agradecida natural de todo creyente, y finalmente vemos que testifica del Señor Jesucristo.

Que el despliegue de virtudes espirituales de esta mujer sencilla nos anime y nos llame a buscar también como ella el esperar, suplicar, servir, adorar y testificar.  –rc

Lectura Diaria:
Deuteronomio 17-18:8[leer]
/Abdías [leer]
/Lucas 11:14-36 [leer]