Ser llamado por el Señor Jesús es un privilegio y a la vez una responsabilidad. No nos llama para un paseo, sino para servirle dando a conocer su amor y grandeza. Lea de los primeros cuatro discípulos llamados a eso.
“Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres”. Mateo 4:19.

El Señor Jesús se digna usar el instrumento humano para difundir su mensaje de amor y salvación. Cuando un pecador reconoce su necesidad de perdón y acepta a Cristo como Salvador, está comprometido a contar a otros de la bendición recibida. Desde el primer momento de recibir la vida eterna nace un deseo en el corazón que otros disfruten de lo mismo. Cuando Jesús andaba junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos pescadores, Simón Pedro, y Andrés. Ellos echaban la red en el mar y les dijo: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” Mateo 4:19. Ellos conocían a Jesús desde antes cuando Juan Bautista anunciaba a Cristo como el Cordero de Dios. En aquella oportunidad, Andrés siguió a Jesús, convencido de que fuera el Mesías, y se contactó con su hermano Simón a quien trajo para conocer a Jesús. Después los dos volvieron a su oficio de pescadores. Pero ahora cuando Jesús les llamó, “dejando al instante las redes, le siguieron” v.20.

Prontamente Jesús vio a otros dos hermanos, Jacobo y Juan, en la barca con Zebedeo su padre. También los llamó. Zebedeo no puso objeción pues “dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron” v.22. Los cuatro acompañaban a Jesús mientras recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas, “predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo” v.23.

Por medio de esta llamada, Jesús involucró a estos discípulos en su gran misión de dar a conocer el amor de Dios para con la humanidad. Tiene que haber sido una gran experiencia de aprendizaje para estos antiguos pescadores, al enterarse de la doctrina tocante el reino de Dios y al ver a Jesús actuar. Los seguidores de Cristo están en el mundo para afectar a otros. Jesús dijo: “vosotros sois la sal de la tierra” y también “vosotros sois la luz del mundo” Mateo 5:13-14. Como luz deben alumbrar a todos los hombres, “para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” v.15. Si Ud. ha sido salvado por Cristo, también ha sido llamado a testificar de Él. ¿Acaso su vida como sal demuestra cuán gustosa es la vida cristiana y acaso su luz está alumbrando para que el Padre sea glorificado? –daj

Lectura Diaria:
1 Cronicas 16 [leer]
/Ezequiel 16:35-63 [leer]
/Juan 6:1-21 [leer]