Jesús el el autor de la solemne advertencia que nos ordena a recordar lo que pasó a la mujer de Lot. A pesar de ser tomada de la mano de un ángel, ella no quiso abandonar su ciudad de Sodoma. Logró echar un vistazo a ella antes de quedar como una columna recordatoria de una persona que deseaba el pecado más que la libertad.

 

Acordaos de la mujer de Lot” Lucas 17:32

 

La historia de Lot, su señora y sus hijas se halla en el libro de Génesis. Es una historia trágica y deja una advertencia solemne, pues el desenlace muestra hasta qué profundidad de degradación es capaz de bajarse el ser humano, específicamente el varón. Al leer de las prácticas pecaminosas de los habitantes de Sodoma, parece similar a lo que sale en la prensa hoy día. Las prácticas molestaban a Lot en su espíritu, y preferimos quedarnos callados referente a los asquerosos pecados que se cometían en la ciudad de Sodoma, donde vivía Lot. La otra ciudad cercana llamada Gomorra no era mejor. Ambas fueron reducidas a escombros quemados cuando cayó el juicio de Dios sobre ellas.

 

Si nosotros quisiéramos dejar la historia en el pasado, no así el Señor Jesús. El revivió la memoria en su día y después de describir las condiciones sucias en que vivían los habitantes de Sodoma, emite una advertencia solemne, “Acordaos de la mujer de Lot”. No solamente es una advertencia para nosotros en este siglo, sino también para un tiempo en el futuro cuando las condiciones en el mundo serán peores todavía. Las condiciones futuras requerirán el retorno del Señor Jesús para purgar este mundo de la maldad, y tratar con los pecadores por su forma de vivir, tan opuesta a la santidad de Dios. El Señor Jesús dijo de aquel día: “Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste” Lucas 17:30.

 

La gente vivía su vida como si nada podría intervenir para terminar con sus prácticas. Comer, beber, comprar, vender, plantar, edificar, etc., eso fue la norma. Si hubiera habido diarios en aquél día, habrían dado cuenta de los supuestos avances en la comunidad. Algo similar ocurre hoy día. Hay políticos y empresarios, junto con los gobernantes que se dan cita en las cumbres para discutir planes y proyectos con miras al futuro, mientras el mundo se pone más corrupto. Se está asemejando al mundo de hoy como el que existía en los días de Lot. Viven como si nada podría acontecer para poner fin a todo. Viven como que Dios no existiera. Cristo dice: “Acordaos de la mujer de Lot.” –daj

Lectura Diaria:
Deuteronomio 6-7:11 [leer]
/Eclesiastés 8-9:10 [leer]
/Lucas 8:22-39 [leer]